El concepto de espectáculo que tiene el público del Bernabéu
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Escudados en el lema que reza que 'quien paga tiene la razón', los socios y habituales del estadio de Chamartín hace tiempo que dimitieron de su papel de animador. El 'piperismo', término empleado por algunos blogueros madridistas críticos con la actitud de estos espectadores, se ha convertido en algo similar al sector '7' de Las Ventas. Ya no se aplaude un cambio de juego, un regate... algo relacionado con la calidad. Eso pasó de moda.
Se trata de un pensamiento un tanto ambiguo. Por un lado, se han aplaudido durante años esas carreras de Raúl sin sentido alguno, pero por otro, los aficionados del Real Madrid se han acostumbrado a emparentar el término espectáculo con el fútbol que practica el Barça. Y este rasero puede acabar pasando factura a Mourinho y su idea de equipo que tiene para el conjunto blanco.
Durante la historia de este club, ha habido diversas etapas en las que el juego del equipo blanco era el modelo a seguir por todos. El equipo de las 6 Copas de Europa, el Madrid ye-ye, la 'Quinta del Buitre'... son muchos los ejemplos de los que se podría hablar para decir que este equipo no tiene porque jugar como el eterno rival. El estilo de fútbol del Barça viene dado por su plantilla, por la visión de Xavi, el hilo fino de Iniesta y la electricidad de Messi. Este Madrid tiene otros ingredientes que pueden hacer un producto gustoso para el aficionado pero de un sabor distinto.
No seré yo quien diga que el Madrid me gustó pero creo que la lectura que se ha hecho de estos dos partidos de Liga es equivocada. Estamos ante un equipo en formación, un concepto ya habitual en este equipo por las urgencias que llevan todos los años a renovar la plantilla, y eso suele ser sinónimo, sobre todo, de fallos defensivos. El equipo blanco no ha concedido casi ocasiones en estos dos encuentros y Casillas ha pasado de ser el héroe de cada día a un espectador más. Buen síntoma si se tiene en cuenta que los grandes equipos se construyen desde atrás.
Con la portería a cero, sólo queda esperar que las piezas de arriba encajen. No es habitual que Cristiano Ronaldo, Higuaín o Benzema, delanteros cuyos curriculums destilan goles por todos los lados, no se hayan estrenado aún en el campeonato. No es un dato baladí que en los equipos que está probando Mourinho la mayoría de las novedades respecto a otros años radica en el centro del campo. La sala de máquinas, aún no dispone de los automatismos que pueden hacer de este equipo un conjunto temible.
Ni Osasuna ni Mallorca son equipos para sacar conclusiones. Hay que dar tiempo a Mourinho. No se puede silbar al equipo por los antecedentes del entrenador. Este Madrid puede hacer grandes cosas, pero para ello necesita tiempo y paciencia, dos virtudes que nunca parecen pisar por el Santiago Bernabéu.
Publicado el 13 de septiembre de 2010 a las 15:45.