De punta en blanco. Real Madrid

Nadie en el vestuario del Real Madrid se atreve a decirlo públicamente, pero tras otro fin de semana de resultados favorables, los blancos tienen media Liga en el bolsillo. El inesperado tropiezo del Barça en Pamplona fue secundado por otra goleada madridista basada a su vez en la enésima remontada y una nueva demostración de la capacidad de pegada que tiene este equipo, sobre todo en la figura de Cristiano Ronaldo.

Por su parte, el Barcelona vive un momento opuesto. Desde el club azulgrana el mensaje está claro: no dar la Liga por perdida a pesar de la diferencia de diez puntos en la clasificación. Las declaraciones de Puyol en este sentido no causan mucha sorpresa, entre otras cosas porque las matemáticas y el peso de una afición que se ha acostumbrado al dulce sabor del triunfo les obligan a pensar en esto. Sin embargo, no hace demasiado tiempo Guardiola reconocía que no podían permitirse más fallos cuando la diferencia aún era de 5 puntos. Un mes después y con una desventaja mayor cuesta creer que el discurso de la fe en una remontada esté sustentado en un pensamiento unánime de que la situación puede cambiar.

Pero tras unas temporadas exitosas (tal vez las mejores en la historia del Barça), cuesta creer que la afición culé se rasgaría las vestiduras en caso de que el eterno rival visite allá por el mes de mayo a la diosa Cibeles para festejar su 32º título liguero. Después de ganar tres Ligas de forma consecutiva, en caso de ganar la Copa y de revalidar el cetro europeo, las críticas sobre el equipo de Guardiola serían mínimas por no decir nulas. Por eso, el papel que se juega desde el Camp Nou es el de dejar toda la presión para los blancos. Con una plantilla corta y un importante impacto de las lesiones, al Barça le basta con jugar sus cartas en las otras dos competiciones a la vez que al menos guarda la distancia con el líder de la clasificación.

Mientras, el Madrid corre el riesgo, ahora que vuelve la Champions League, de encadenar un par de tropiezos ligueros que abran de nuevo el campeonato y despierten viejos fantasmas. La ventaja es importante, pero el Madrid compite contra el Barça y contra su propia historia. Por más que aún queden partidos importanes, incluido un duelo directo, la sensación que queda es que el Barça no puede ganar esta Liga, sólo la puede perder el Real Madrid.

Publicado el 13 de febrero de 2012 a las 11:15.