De punta en blanco. Real Madrid

España es un país de extremismos. En muchas ocasiones parece que sólo existe el blanco o el negro, nunca matices intermedios. El fútbol no es una excepción y el capitán del Real Madrid, Raúl González Blanco, puede dar fe de ello.

Todo se traslada a octubre de 2006, cuando Luis Aragonés decide por primera vez en muchos años, dejar fuera de una convocatoria de la selección española al capitán blanco. Para muchos era una decisión acertada, para otros Luis había elegido a Raúl como cabeza de turco por los últimos resultados que había cosechado la 'Roja'.

Días antes de la Eurocopa el debate se recrudeció. Las cifras goleadoras del 'siete' en Liga fueron un auténtico aval para sus seguidores. En cambio, sus detractores hablaban del supuesto mal ambiente que crearía el capitán madridista en la selección.

Este año, con la confirmación de Gonzalo Higuaín y el buen momento de Robben, muchos pensaban que era el momento de jubilar a Raúl. Los críticos siempren están con la guadaña, esperando un sólo partido de debilidad para intentar mandar al gran capitán a la galería de los recuerdos, pero parece que, de momento, han pinchado en hueso. Raúl se ha reencontrado con el gol y ya suma cuatro en las pocas jornadas de liga que llevamos. En este último partido contra el Espanyol (una de sus víctimas preferidas), demostró estar en un buen momento. Así que, al menos de momento, los críticos deberán volver a su guarida. Seguro que a Javier Aguirre, entrenador del Atlético, otro de sus rivales preferidos, no le gusta este buen momento de forma. ¡Que tiemble el Calderón!. Raúl ha vuelto.

Publicado el 6 de octubre de 2008 a las 21:45.

Golpe de autoridad. El Real Madrid viajaba a Santander para enfrentarse a uno de los equipos de moda esta temporada, el Racing. Muchos vaticinaban una victoria local, pero los blancos demostraron que su liderato no es casualidad.

Raúl volvió a tirar del carro y de paso, lanzó sobre el campo otro mensaje para el seleccionador Luis Aragonés. El 'siete' no sólo marcó el tanto que abría el marcador, sino que apareció en diversas zonas del campo, siempre con criterio, dando apoyo a la salida del balón y desgastándose en defensa. Al capitán nunca se le puede reprochar falta de entrega, pero en El Sardinero corrió con sentido y fue un incordio para la zaga que, hasta ese partido, era la menos goleada de Primera.

A falta de cinco jornadas para el final, nadie discute que la Liga es blanca, ahora sólo falta saber cuando se cantará el alirón. Aquí surge una disyuntiva: ganar la Liga cuanto antes para evitar dudas o esperar para sentenciarla el 7 de mayo en el Bernabéu ante el Barça...que cada uno escoja lo que quiera.

Publicado el 21 de abril de 2008 a las 12:00.