Libertad de horarios comerciales
Madrid ha estrenado su nueva Ley de Dinamización del Comercio que permite a todos los establecimientos abrir las 24 horas durante los 365 días del año. Su entrada en vigor ha coincidido, en el conjunto del Estado, con la ampliación de dieciséis a veintiuno los domingos de apertura comercial mínimos que las comunidades deben aceptar, en un intento del Gobierno y la Comunidad de Madrid de impulsar la actividad comercial Algunos estudios cifran en más de 300.000 los nuevos empleos que la liberalización de horarios podría suponer e incluso podría compensar los efectos negativos de la subida del IVA sobre el consumo. Partiendo de que es una buena noticia para los consumidores, que van a tener más opciones para organizar sus compras, la decisión ha provocado división entre partidarios y detractores de la medida. Los grandes centros comerciales han respaldado masivamente el estreno de la ley, mientras que el pequeño comercio duda de sus beneficios. ¿Era necesaria esta medida? Desde el punto de vista del consumidor, es innegable que la facilidad para comprar incentiva la actividad económica, como demuestran los domingos y festivos que han venido abriendo, y que han arrojado excelentes resultados comerciales en las grandes superficies. Pero para el pequeño comercio puede ser la puntilla que le aboque al cierre. Las tiendas de menos de 300 metros ya disponían de libertad de horarios y en general, salvo los chinos, pocas han hecho uso de ella, por lo que parece que los principales beneficiados por la liberalización van a ser las grandes superficies, que reforzarán su posición dominante. El pequeño comercio va a tener que hacer un esfuerzo adicional que en el actual contexto de crisis no parece que vaya a beneficiarle. Por muchas horas al día que abran, lo primero que hace falta para consumir es dinero, y eso escasea en estos tiempos. La medida persigue potenciar las ventas, pero abrir más horas y días supone contratar mas personal o ampliar el horario del que ya se tiene. Infinidad de pequeños establecimientos que están sobreviviendo a duras penas con notable esfuerzo, que ven pasar las horas sin que nadie entre a comprar, o con ventas que no dan para cubrir los gastos mínimos, no pueden hacer el esfuerzo de contratar más personal o de pagar más horas. Para poder competir con las grandes superficies tendrán que ajustar los turnos, o lo que es lo mismo, trabajar mas horas por el mismo salario. Será finalmente el público el que marcará la tendencia y dirá si la medida es o no acertada.
Publicado el 19 de julio de 2012 a las 14:15.







