Una huelga política que perjudica a los alumnos
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Comienza el curso político coincidiendo con el inicio del curso escolar, calentitos ambos, especialmente el segundo con las movilizaciones anunciadas por los sindicatos de profesores, que han convocado una huelga para el 14 de septiembre ante lo que consideran recortes injustificados e injustificables. En el centro de la polémica está el aumento de 18 a 20 de las horas lectivas del profesorado de educación secundaria. Los profesores creen que les están metiendo dos horas más de jornada laboral, mientras que para la Consejería de Educación no es más que una reestructuración de la jornada lectiva dentro de sus competencias, que no supone más horas de trabajo semanales. La realidad es que se trata de dos horas más de clases que van a tener que impartir a cambio de restárselas a otras tareas como tutorías, preparación de las clases, grupos de refuerzo, etcétera. Es mucho afirmar que esas dos horas lectivas adicionales van a tener un impacto negativo en la calidad de la educación. Parece más una oportunidad de agitación social que los sindicatos están aprovechando para salir de su letargo y recuperar el terreno que les ha comido el movimiento del 15-M. Estamos en época de recortes y no hay partida que no se vea sometida al tijeretazo. Es lo que toca, y no hay sector que se libre. Dos horas adicionales que además serán debidamente retribuidas, y que van a permitir suplir el trabajo que hasta ahora estaban realizando los profesores interinos, que son los verdaderamente afectados porque no les van a contratar. A cambio, las arcas regionales ahorrarán cerca de 80 millones de euros que a su vez no tendrán que ser detraídos de otras partidas esenciales para mantener la calidad de la enseñanza. Es cierto que cualquier recorte en educación es un obstáculo para la mejora de la enseñanza, pero hay que analizar a qué se deben los malos resultados educativos. El abandono escolar en España dobla la media de la Unión Europea y estamos muy por debajo del nivel de otros países de la OCDE, según el informe PISA. Tenemos un modelo educativo que no prima el esfuerzo y la responsabilidad del alumno y que se traduce en altos niveles de fracaso escolar. Hay que mirar dónde está el origen de esta situación. El preocupante deterioro de la educación en España es fruto de leyes que han demostrado con datos su ineficacia, no de los recortes, y ni los sindicatos ni el colectivo de profesores han alzado la voz. Se limitan a echar un pulso político que a quienes más perjudica es a los alumnos a los que supuestamente pretenden defender.
Publicado el 8 de septiembre de 2011 a las 18:00.







