Espíritu de equipo y un objetivo común
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Entre tanto desasosiego que provoca la grave crisis económica de la que no aparecen por ningún lado los brotes que nos hagan pensar que ya hemos pasado lo peor, se producen noticias que por positivas, nos permiten pensar que todavía hay potencial suficiente para salir del agujero cuando se mezcla el esfuerzo, el tesón, la disciplina y el afán de victoria. Y por encima de todo, como verdadero motor imparable, el orgullo de nación, del que tan escasos andamos últimamente. El triunfo de la selección española de baloncesto en el campeonato de Europa, el segundo oro consecutivo, un hito sólo superado por la vieja Yugoslavia en los años 90, es la culminación del trabajo de una generación de jugadores ejemplares, tanto dentro como fuera de la cancha, que encarna los valores más nobles del deporte y que ha demostrado a base de sumar victorias la importancia del trabajo en equipo. No ha habido en la historia del baloncesto mundial una selección que iguale su calidad humana, donde la individualidad está siempre al servicio del conjunto y no al revés. En el tenis encontramos otro ejemplo similar. Cuando todos hemos sufrido viendo caer una y otra vez a Rafa Nadal ante su bestia negra, el mallorquín se sobrepone, cambia de registro y saca lo mejor de sí para levantar la moral del equipo y llevarle hasta la victoria. Como en el baloncesto, la victoria de Rafa Nadal en Córdoba dando el punto definitivo a España en la Copa Davis, nos coloca en la élite mundial donde la marca España es una referencia. ¿Cuál es la clave de este éxito? No es otro que el orgullo de pertenencia a España, el sentimiento de unidad y el compromiso con el equipo. Caben todos, catalanes, vascos, madrileños, andaluces, los que están fuera y los de dentro. Todos son necesarios y cada uno da lo mejor de sí. ¡Qué ejemplo nos dan estos campeones con su compromiso, y qué falta nos hace que los políticos tomen buena nota! En plena celebración con la afición española en Madrid, decía Marc Gasol: "No somos doce, somos un país jugando juntos". No se puede resumir mejor. Está demostrado que los españoles somos capaces de alcanzar las más altas cotas de éxito cuando trabajamos juntos. El baloncesto, el tenis, el deporte de equipo que pasea la marca España por todo el mundo, es la imagen simbólica de lo que podemos hacer si nos lo proponemos. Frente a las satisfacciones del deporte, nos enfrentamos a la realidad. Políticos que dividen, comunidades que no quieren respetar las reglas de juego, la insolidaridad entre regiones. Cada uno a lo suyo.
Publicado el 22 de septiembre de 2011 a las 17:15.