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Blog de José Luis Gutiérrez Muñoz

Sonrisas de colores

Globo

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No recuerdo qué día del mes de julio de este año, cuando estábamos trabajando con los niños y niñas de Sinincay, en Ecuador, vimos que la plaza se engalanaba para una fiesta. Ésa misma noche participamos de los bailes, y contemplamos un humilde espectáculo pirotécnico, que tenía embelesados a los menores. Cuando terminaron los fuegos artificiales, desplegaron un globo de papel de seda, en forma de cubo, de aproximadamente un metro de lado, compuesto por una sucesión de formas geométricas, de llamativos colores.

Todo el globo estaba cerrado, excepto por la parte inferior, donde un aro, de fina varilla de caña, dejaba una abertura circular de unos 40 cm . de diámetro. En el centro del círculo se suspendía una tira de lienzo, enrollada a dos alambres tensados en forma de cruz desde el aro. El lienzo estaba impregnado en parafina, el combustible capaz de hacer volar el artefacto. Prendieron varias hojas de papel de periódico, con las que calentaron el aire del interior del globo para, poco después, encender el lienzo.

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Publicado el 19 de octubre de 2009 a las 09:15.

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Colapso

Archivado en: Bal Mandir, Kathmandu, Nepal, Matruchhaya, orfanatos, cooperación, desarrollo, ONG

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Después de un mes en Bal Mandir, con la mente volcada en nuestras actividades, y en los problemas de los niños y niñas que viven en ese orfanato, la llegada a Madrid ha sido dura. Reuniones, tareas atrasadas, el inicio del nuevo curso y los últimos preparativos del siguiente proyecto en Matruchhaya, reclamaban mi atención con urgencia, ya que, el próximo miércoles 14 de octubre saldré hacia India con un nuevo grupo, para trabajar con los menores que viven en el orfanato en el que, hace ya más de diez años, adoptamos a nuestras hijas Roshní y Chandrika.

El estrés, el cambio de horarios, la fatiga, el disgusto por el fallecimiento de mi mejor amigo de la infancia mientras estábamos en Kathmandu, o una simple infección de garganta, o tal vez la confluencia de todo esto, han debido provocar una especie de colapso en mi organismo, y de pronto me he visto sin fuerzas para moverme. No me he alarmado mucho, porque no es la primera vez que me ocurre pero, por si acaso, Aurora me llevó al hospital. Nada grave: reposo, beber mucho líquido, tratamiento con antibióticos durante tres días, y con eso, espero estar totalmente recuperado antes del próximo miércoles.

Cuando me vi sin fuerzas para levantarme de la cama por mí mismo, o cuando necesité la ayuda de mi mujer para afeitarme, ducharme, vestirme y tomar el desayuno, no pude evitar acordarme de Lata, Roji y Nimi, prisioneras, como yo en ese momento, de su propio cuerpo.

Entonces pensé que una de las cosas más importantes que hemos hecho durante estos días en Bal Mandir, ha sido recuperar esa silla de ruedas que estaba almacenada en una habitación del orfanato, y utilizarla para sacar a Lata del cuarto en el que permanece recluida, junto con Roji y Nimi, desde hace años. Fue maravilloso ver a Lata recorrer pasillos, patios y exteriores de Bal Mandir; lugares que probablemente nunca había visto; o reírse y participar de la fiesta de despedida, rodeada de niños y niñas que bailaban y se divertían.

Pero somos conscientes de que, en realidad, todo esto sirve de poco si no somos capaces de darle continuidad, si la puerta de la celda de estas tres niñas se abre sólo una vez al año. Por eso, Pablo y Luis, los especialistas en educación especial que ha trabajado con nosotros en esta ocasión, están haciendo gestiones, para poder contratar a Pradeep, el estudiante nepalés que ha participado en las cuatro ediciones de este proyecto, para que vaya todos los días al orfanato para pasear a Lata en la silla de ruedas, y para tratar de estimular también, de alguna manera, a Roji y a Nimi.

Publicado el 13 de octubre de 2009 a las 09:15.

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Pintura mural

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Nuestro trabajo en Bal Mandir llegó a su fin. El lunes 5 de octubre partimos hacia Madrid, y nuestro último día con los niños y niñas del orfanato fue el viernes. Por la mañana dimos los últimos retoques al mural, y por la tarde organizamos una fiesta de despedida en el patio central.

Aunque la reflexión final sobre el resultado de esta nueva edición de "Color en Bal Mandir", habrá que hacerla en Madrid, después de dejar pasar un tiempo para serenar los sentimientos y las ideas, en alguna tertulia de sobremesa ya hemos cambiado impresiones, y parece que estamos de acuerdo en algunos aspectos que debemos mejorar en futuras ocasiones.

La pintura mural nos ha ocupado demasiado tiempo, más de lo que pensábamos. A pesar de que el edificio sobre cuyas paredes hemos pintado, es pequeño, finalmente ha sido una composición pictórica de muchos metros, y plagada de detalles. Sin duda, eso la hace más atractiva, y el cuento que hemos inventado para darle sentido, la hace más interesante; pero nos ha absorbido más de lo que hubiésemos deseado. A pesar de que en el mural han participado mayor número de niños que otros años, y han podido pintar durante más tiempo, lo cierto es que, la fase final ha quedado restringida a los más mayores y a nuestros voluntarios, lo que en cierto modo ha supuesto una frustración para los más pequeños, que hubiesen deseado seguir pintando.

Creemos que las sesiones de dibujo, algunas de ellas preparatorias del propio mural, y la elaboración de las cariocas, han sido muy provechosas. Además, el esfuerzo que hemos realizado para incorporar a nuestras actividades a los menores con diversidad funcional, ha resultado especialmente gratificante, y nos ha abierto una vía de trabajo que deseamos potenciar en el futuro. Ya sabíamos que el arte es una buena herramienta de expresión; pero ahora hemos comprobado que puede ser una forma de estimulación, y un extraordinario cauce comunicativo, para menores que tienen difícil acceso a los canales habituales. En este sentido, creemos que nuestra estancia en Bal Mandir, durante este mes, ha sido especialmente enriquecedora para Lata, Nimi, Roji, Nirmala, Ram, Suseta, Jayanti, Puspa, Madushudhan y Asha.

Publicado el 7 de octubre de 2009 a las 13:45.

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Bal Mandir diverso

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Esta es la cuarta vez que trabajamos con los menores de Bal Mandir. Al finalizar cualquiera de las anteriores ediciones, hemos sentido la satisfacción de haber realizado una labor provechosa para los niños y niñas del orfanato, o al menos haberles hecho pasar unos días algo más felices de lo habitual; pese a lo cual, en numerosas ocasiones nos hemos sentido frustrados porque, a pesar de nuestros continuos esfuerzos, Bal Mandir sigue siendo una dura realidad, difícil de transformar. Al hacer balance final de cada experiencia, hemos encontrado aciertos, pero también nos hemos dado cuenta de errores y aspectos que mejorar, no ya en Bal Mandir, sino en nuestra propia labor con los menores.

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Publicado el 5 de octubre de 2009 a las 10:30.

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Keshab y Janak

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A principios de esta semana, nuestra amiga Blanqui, de Cabezón de la Sal, nos escribió diciendo que unos amigos suyos de Castro Urdiales deseaban asumir los gastos de escolarización, en régimen de alojamiento interno, de algún niño o niña de Bal Mandir. Inmediatamente hablamos con Kalpana, y le pedimos que ese día, en lugar de colaborar en nuestras actividades creativas, dedicase todo el tiempo necesario para averiguar quién, de todos los habitantes del orfanato, estaba más necesitado de ayuda al respecto.

Nadie mejor que Kalpana para este tipo de indagaciones, puesto que ha vivido en Bal Mandir desde que fue abandonada, con unos tres años de edad, hasta los dieciséis, cuando fue enviada a la NGCC, donde vive actualmente. Ahora tiene 19 años. Tres horas hablando con unos y otros, con las cuidadoras, con las niñas más mayores del orfanato y con los pequeños, fueron suficientes para que Kalpana nos diera el nombre del que consideraba que se encontraba en peor situación de escolarización: un niño de diez años de edad llamado Keshab.

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Publicado el 30 de septiembre de 2009 a las 15:15.

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Cinco chicas

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El pasado domingo, 20 de septiembre, comimos en uno de los apartamentos que tenemos alquilados, con cinco chicas ex Bal Mandir, a las que, desde principios de año, estamos ayudando económicamente para que puedan continuar con sus estudios. Indira (21 años), Laxmi (22 años) y Grishma (22 años) están estudiando Business, algo parecido a lo que en España sería Empresariales o Dirección de empresa. Sumitra (21 años) y Kamala (23 años) están estudiando Sociología y Psicología.

Las cinco tienen en común que se criaron en Bal Mandir y que, cuando se acercaron a la mayoría de edad, fueron trasladadas a la NGCC (Nepali Girl Care Centre). Allí vivieron durante tres años, tras los cuales, tuvieron que alquilar una habitación o compartir un apartamento con otras chicas, con ayuda de la propia NGCC durante el primer año. La intención de esta institución es que, pasado ese tiempo, las chicas sean capaces de vivir por sí mismas; pero lo cierto es que muchas de ellas encuentran grandes dificultades para poder sobrevivir a partir de ese momento, y al mismo tiempo finalizar sus estudios.

Indira, Laxmi, Grishna, Sumitra y Kamala nos pidieron ayuda a través de nuestro amigo Mahen, y fue él quien, después de entrevistarse con cada una de ellas, y evaluar el coste de ese apoyo, nos dijo hiciésemos todo lo posible por atender su solicitud, porque las cinco se encontraban en una situación muy delicada. Todas ellas van un poco retrasadas en los estudios con respecto a su edad, pero eso es algo muy habitual en los niños y niñas de Bal Mandir, y se debe a que han tenido una escolarización irregular, generalmente han empezado a estudiar más tarde de lo normal.

Pudimos enviar el dinero necesario para estas cinco chicas ex Bal Mandir continuasen con sus estudios, gracias a las aportaciones particulares de algunos amigos, y a un grupo de familias que se creó en Cabezón de la Sal, y posteriormente se ha ido extendiendo, que aportan mensualmente 10 Euros o más, dependiendo de las posibilidades económicas de cada cual.

Debemos de ser muy exigentes a la ahora de pedir cuentas, y todo tipo de explicaciones, en lo que respecta a este tipo de ayudas. El año pasado, con dinero de nuestros amigos, becamos a tres chicos recién salidos de Bal Mandir: Subas, Bharat y Narendra. Gestionamos la ayuda económica a través del propio orfanato. Corrimos con los gastos de alojamiento, manutención y escolarización de los tres. Aunque de todos ellos teníamos muy buenas referencias, lo cierto es que, con sólo 18 años de edad, pasaron de estar muy vigilados, a tener absoluta libertad de movimientos, sin tener que dar explicaciones a nadie.

Los tres suspendieron la primera evaluación. Entonces, tanto el director de Bal Mandir, como nosotros, nos dirigimos a ellos haciéndoles saber que si no mejoraban sus resultados, la ayuda terminaría. A partir de ese momento, no volvimos a tener información de su evolución académica, pero al poco de llegar a Kathmandu, nos reunimos con ellos y les pedimos explicaciones. Finalmente, con mucho dolor, hemos decidido retirar la ayuda a Subas y Bharat, pero mantenerla a Narendra, ya que es el único que ha podido justificar su bajo rendimiento, porque las fiebres tifoideas le obligaron a faltar a clase durante mucho tiempo.

No obstante, a partir de ahora, Narendra, al igual que las otras cinco chicas ex Bal Mandir, estarán bajo la vigilancia y tutela de nuestro amigo Mahen, que les obliga a rendir cuentas una vez al mes; y la continuidad de la ayuda, como en el caso de las chicas, estará condicionada a su resultado académico.

 

Publicado el 28 de septiembre de 2009 a las 09:15.

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Fotografías

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Desde principios de este año, hemos estado exponiendo sesenta fotografías de gran formato, que ilustran los resultados de nuestro trabajo en Ecuador, India y Nepal durante 2008, veinte fotografías por cada uno de los tres proyectos. La muestra, que denominamos "Tres en raya", pudo verse en Zaragoza, Málaga, Madrid y distintos puntos de Cantabria; y a finales de año viajará a La Coruña.

Poco antes de salir hacia Nepal, decidimos tratar de facturar, junto con nuestro equipaje, las veinte fotografías correspondientes al proyecto de Bal Mandir del año pasado. Hicimos un gran paquete, y nos presentamos con ellas en el mostrador de facturación de la compañía aérea que nos llevaba hasta Kathmandu. Tuvimos suerte de que nos dejaran incluir esa caja, además de nuestro equipaje, que excedía con mucho los 20 Kg. reglamentarios por pasajero.

En Bal Mandir siempre han sido reacios a que tomemos imágenes fotográficas o de video; de hecho, a la entrada del orfanato un gran cartel anuncia que está prohibido hacer fotografías o filmar en video. Fue necesario explicar al director que esas imágenes eran el único modo de mostrar nuestro trabajo en España y que, por tanto, la financiación de futuros proyectos en Bal Mandir, dependía directamente de ellas. Además, le prometimos que haríamos buen uso de las fotografías y del video.

Finalmente consintió; pero cada año, excepto éste, hemos tenido que volver a dialogar, al inicio, sobre este delicado tema. Aunque no era esta nuestra intención, traer a Bal Mandir las imágenes que hemos expuesto en España, ha sido muy positivo para reforzar la confianza del director del orfanato en nosotros, porque ha tenido ocasión de comprobar que dichas imágenes ofrecen una visión alegre y colorista de Bal Mandir, y eluden cualquier tipo de enfoque sensacionalista, o simplemente realista.

Por otro lado, para nosotros ha sido muy satisfactorio poder traer a Bal Mandir estas veinte fotografías de gran formato, y poder colgarlas de las paredes del orfanato. Creemos que los comedores y los pasillos en donde hemos colocado las imágenes son ahora un poco más cálidos y alegres. Los menores del orfanato se reconocen en esas imágenes, aunque obviamente no había espacio para los doscientos niños y niñas que viven aquí; pese a lo cual, a todos les servirá para reavivar el recuerdo de aquellas vacaciones de Dashain de 2008 que pasamos juntos.

Publicado el 23 de septiembre de 2009 a las 08:30.

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Wilson Academy

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El pasado viernes por la mañana, visitamos el Wilson Academy, el colegio en el que tenemos escolarizados a cinco menores de Bal Mandir.

Los alumnos y alumnas del Instituto de Educación Secundaria "Valle del Saja", de Cabezón de la Sal (Cantabria), decidieron a principios del año pasado, hacerse cargo de los gastos que implicaría escolarizar a uno de los menores de Bal Mandir en un colegio con alojamiento interno, de manera que recibiera una buena educación, y no tuviese que regresar al orfanato, excepto en los periodos vacacionales. Elegimos a Sudeep Magar dejándonos llevar por nuestra intuición, porque en realidad no tuvimos acceso a los expedientes académicos de cada uno de los menores que habitan Bal Mandir. Sudeep nos parecía inteligente, atento, cariñoso y educado. Además, tenía un extraordinario talento para el dibujo. Los estudiantes del mencionado Instituto recaudaron el dinero suficiente para escolarizarle, durante el curso 2008-2009, en el Wilson Academy.

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Publicado el 21 de septiembre de 2009 a las 16:30.

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Enfermera

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Con el objetivo de tratar de mejorar las condiciones higiénico-sanitarias de los menores que viven en Bal Mandir, el año pasado incorporamos a nuestro equipo de trabajo a Ana, una pediatra que se había ofrecido a colaborar con nosotros gratuitamente, aún sabiendo que para ello tendría que pedir un mes de permiso sin sueldo. Hemos vuelto a contar con ella, porque nos pareció que la labor que realizó durante el mes que estuvimos aquí el año pasado, fue muy buena; sobre todo teniendo en cuenta que era especialmente difícil, pues no era tanto una tarea curativa como educativa, ya que nos proponíamos, además de atender a los niños y niñas que estuviesen enfermos, cambiar algunos hábitos de las cuidadoras, especialmente de las que se ocupan de los bebés.

En los días que llevamos aquí, Ana se ha sentido desmoralizada en numerosas ocasiones porque, un año después, con la mayoría de las cuidadoras nuevas, ha tenido la sensación de que su esfuerzo de la edición anterior no ha servido de nada; y ha tenido que volver a explicar cosas tan elementales como que no les deben limpiar la cara y los mocos a todos los bebés con el mismo pañuelo. Pese a su comprensible desánimo, pienso que esta vez es posible que su labor perdure más allá de nuestra breve estancia en el orfanato, porque desde el primer día le hemos asignado a Sunita como ayudante y aprendiz.

Sunita se ha criado en Bal Mandir, aunque lleva ya más de dos años en la NGCC (Nepali Girl Care Centre), una institución que recibe ayudas de Holanda y Noruega, para acoger a niñas de Bal Mandir de dieciséis años de edad, durante tres años, con el propósito de prepararlas para su emancipación.

Pocos días antes de nuestra llegada a Kathmandu, Sunita supo que la nota media del equivalente a nuestro bachillerato, le permitirá estudiar Enfermería. La buena noticia prácticamente ha coincidido con su decimoctavo cumpleaños. Como todos los años Sunita se ofrece para colaborar con nosotros, pensamos que si la asignábamos como tarea la asistencia a nuestra doctora, su ayuda sería más útil, y estaría relacionada con aquello que desea estudiar.

Sunita está facilitando la comunicación entre Ana y las cuidadoras, pero al mismo tiempo está tratando de aprender todo lo posible de ella. Teniendo en cuenta que Sunita se siente comprometida con la situación de los menores de Bal Mandir, y que muy a menudo va a visitarles, creo que en el futuro podrá jugar un papel más activo en la educación de las cuidadoras de Bal Mandir.

La carrera de Enfermería tendrá ocupada a Sunita durante los tres próximos años. En la NGCC le quedan cinco meses de estancia, luego seguirán pagando sus estudios, y sus gastos de alojamiento y manutención, fuera de la NGCC , durante un año más, después tendrá que empezar a ser completamente autónoma. La generosidad de los patrocinadores de esta institución, mantiene protegidas a las chicas de Bal Mandir hasta los veinte años de edad. Los chicos no tienen tanta suerte, porque no existe una institución similar para ellos, aunque probablemente, a esas edades, el desamparo de una chica sea más peligroso que el de un chico.

De momento Sunita debe preocuparse sólo de sus estudios, porque cuando la ayuda de la NGCC finalice, si sigue dando muestras de responsabilidad e interés por sus estudios, trataremos de esponsorizarla desde España, como ya estamos haciendo con cinco chicas y un chico, ex Bal Mandir, que están en estas mismas circunstancias.

Personalmente, pienso que para una chica que ha crecido en un lugar como Bal Mandir, sin el apoyo y el estímulo de unos padres, haber alcanzado la nota media necesaria para estudiar Enfermería, es un logro importantísimo. Estoy seguro que logrará concluir sus estudios de manera brillante, y que será una enfermera formidable, porque además de las ganas de aprender, Sunita derrocha amabilidad y cariño hacia el prójimo, especialmente hacia los más necesitados; por eso en Bal Mandir todo el mundo la quiere muchísimo.

Kathmandu, 18 de septiembre de 2009

 

Publicado el 19 de septiembre de 2009 a las 11:15.

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Mahen

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En verano de 1995 mi mujer y yo estuvimos en Kathmandu por primera vez. Fue un viaje meramente turístico, que abarcó también los lugares más emblemáticos del norte de la India. Ya habíamos iniciado trámites de adopción en India, por eso, además de contemplar los innumerables atractivos arquitectónicos y paisajísticos de cuanto visitábamos, observábamos embelesados a los niños y niñas, tanto de India como de Nepal, tratando de imaginar cómo sería nuestra futura hija. En los papeles de adopción habíamos expresado que preferiríamos una niña, tan pequeña como fuera posible. Permanecimos en la capital de Nepal sólo una semana, pero fue suficiente para darnos cuenta de que era un lugar bellísimo, aunque muy pobre, y de que su gente, como la de la India, tenía un carácter especial. Nuestro periplo por la adopción terminó en 1999, y finalmente no fue una, sino dos niñas, hermanas, y de más de diez años de edad, pero eso es otra historia.

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Publicado el 17 de septiembre de 2009 a las 10:15.

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José Luis Gutiérrez Muñoz

José Luis Gutiérrez Muñoz

José Luis Gutiérrez Muñoz (Madrid, 1963), pofesor Titular y Director del Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Director del Grupo de Investigación UCM "Arte al servicio de la sociedad". Responsable de diversos proyectos de cooperación al desarrollo que desde 2004 vienen llevándose a cabo en orfanatos de India, Nepal y Ecuador.

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