El oscuro futuro de Rafa Benítez al frente del Inter de Milán
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No hay nada peor para un entrenador que ver cómo el presidente de su club sale a los medios para defender su continuidad. Ese gesto, apreciado en otros deportes, tiende a ser contraproducente. Basta que se ratifique al técnico de turno para que en la siguiente derrota se decida firmar el finiquito del inquilino dirigente.
Esa situación puede estar viviéndola Rafa Benítez en el Inter. La derrota en el campo del Chievo dejó al aire todas las vergüenzas de este equipo: juego previsible, problemas para dominar los partidos y vulnerabilidad en defensa. A pesar de este traspiés, Massimo Moratti ha dado la cara para corroborar la confianza existente en Benítez. Mala señal.
Con el pabellón demasiado alto tras el 'triplete' del año pasado, los 'neroazzurri' afrontaban una temporada un tanto complicada. Sin bajas importantes, pero con pocas caras nuevas, Benítez debía mantener la inercia ganadora del club lombardo; algo que parece difícil en un fútbol tan rudo como el Calcio.
El despertar de la Juventus, pero sobre todo de su vecino AC Milan ponen contra las cuerdas al campeón de las últimas ediciones de la Serie A. Este miércoles, los problemas en el torneo doméstico deberán ser aparcados para paliar la crisis en el otro torneo donde los aficionados del Inter esperan repetir éxito: la Liga de Campeones. El propio Moratti ha calificado el partido ante el Twente de "importante". Ya veremos si aparte de eso, también es definitivo.
Publicado el 22 de noviembre de 2010 a las 16:00.
