Jens Lehmann, una nueva oportunidad a los 41 años
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Entrar en la barrera de los 40 no supone para la mayoría de los trabajadores ningún drama. Más allá de lo bien o mal que se siente cada uno a la hora de cumplir años, esa edad debería ser sinónimo de experiencia. Esto se cumple en el caso de Jens Gerhard Lehmann, un hombre que sin embargo ha encontrado trabajo otra vez en una de esas profesiones donde su fecha de nacimiento del DNI suele ser sinónimo de retirada.
Nacido en Essen un 10 de noviembre de 1969, el veterano guardameta alemán se encontraba aprovechando de la plácida vida de un futbolista retirado desde que el pasado verano decidiera colgar las botas después de dos temporadas en el Stuttgart. Ahora, ante la plaga de lesiones de los porteros del Arsenal, Arsene Wenger ha pensado en él para cubrir la meta 'gunner' hasta el final de la temporada.
La historia suena al regreso de un héroe que siente gratitud hacia un club al que dio muchas tardes de gloria y al que llevó a una final de la Liga de Campeones después de detener aquel penalti a Riquelme una noche de abril en El Madrigal. Sin embargo, por lo que resulta extraño su fichaje no es tanto por su edad como por las relaciones que dejó Lehmann en su anterior andadura en el Arsenal.
El alemán era el dueño de la portería del equipo londinense hasta que una 'cantada' y una lesión a comienzos de la temporada 2007/2008 le jugaron una mala pasada. Almunia aprovechó la ocasión y se ganó la confianza de Arsene Wenger a base de buenas actuaciones. Una vez que Lehmann se recuperó de su lesión, el entrenador del Arsenal se encontró con un problema en el vestuario de dimensiones mayúsculas: el alemán no aceptaba su papel secundario y se aisló del resto de compañeros. Almunia llegó a reconocer que no cruzaban palabra.
El clima era casi insoportable, así que a pesar de que Lehmann jugó varios partidos más esa temporada, Wenger decidió que era el momento de poner fin a su era como jugador 'gunner'. Casualidad o no, desde entonces se abrió un debate en torno a la portería del Arsenal, una discusión que parecía zanjada con la llegada del joven Szczęsny. El polaco aprovechó la lesión de su compatriota Fabianski para hacerse un lugar en las alineaciones, pero su percance en el Camp Nou ha vuelto a abrir las puertas a un portero que fue ídolo y villano a partes iguales en el Highbury y en el Emirates.
La incógnita es saber si se verá la mejor cara de aquel Lehmann que llevó al Schalke 04 a conquistar la UEFA en 1998 o por el contrario a aquel guardameta casi enloquecido del Stuttgart. Wenger ha buscado una solución de urgencia, aunque los antecedentes dictan que tal vez no ha pensado en el mejor hombre.
Publicado el 18 de marzo de 2011 a las 10:30.







