Que las arcas de los clubes de fútbol están más vacías que en años precedentes era algo que había quedado de manifiesto a lo largo de la presente temporada. Peticiones para acogerse a la Ley Concursal, disminución de ingresos... los directivos del balompié español siguen haciendo cuentas y han llegado a la conclusión de que para no engordar las cifras de números rojos, lo mejor es contener el gasto.
Esa es la razón que mejor explicaría el escaso movimiento que ha registrado el mercado invernal. Este periodo es usado tradicionalmente por los clubes para reforzar las posiciones que han quedado más debilitadas, bien por el bajo rendimiento de algún jugador o bien por las dichosas lesiones. Sin embargo, este año parece que las secretarías técnicas se han apretado más aún el cinturón y los 10’3 millones de euros gastados en fichajes suponen la cifra más baja de los últimos años. De hecho, en 2011, un curso en el que ya se escatimó en refuerzos, los equipos se dejaron 27’6 millones.
Así, lo que en otras temporadas se ha visto como una tabla de salvación, en este curso se ha convertido en un verdadero desierto. Sólo los clubes más necesitados en la clasificación han optado por ir al mercado. Sirva como ejemplo un dato: Real Madrid, Barcelona y Valencia, los tres primeros clasificados, no han realizado una sola operación.
CESIONES
En estos tiempos de crisis, los clubes buscan diferentes vías que les permitan dotar a sus entrenadores de los fichajes deseados a bajo coste. La fórmula de la cesión es una de las más recurrentes. Así, el Rayo ha incorporado hasta cuatro caras nuevas a su plantilla, tres procedentes del Atlético de Madrid (Joel, Pulido y Diego Costa); y otra del Sevilla (Armenteros), aunque en ningún caso ha tenido que realizar algún desembolso, salvo hacerse cargo de una parte de la ficha de estos jugadores.
Pero otro de los datos curiosos que ha dejado este mercado invernal es la suma de dinero ingresado por los clubes de Primera División. En total, 18’1 millones han ido a parar a sus cuentas corrientes, una inyección que no incluye la suma de dinero que algunos clubes han dejado de gastarse en los sueldos de varios futbolistas. Si un jugador no contaba para el entrenador, la prioridad ha sido otorgarle la carta libertad y así ahorrarse unos costes en detrimento de sumar algo de dinero por su traspaso. Esta ha sido la opción elegida por el Levante en el caso de Aranda, nuevo delantero del Zaragoza; o la del Atlético de Madrid en el caso de Reyes, flamante refuerzo del Sevilla.
A ÚLTIMA HORA
Lo único que no ha cambiado respecto a otras ediciones del mercado invernal ha sido la tendencia a esperar hasta el último día para cerrar las plantillas. Así, el Espanyol incorporó en el último día del mercado al brasileño Coutinho en calidad de cedido y a dos jugadores (Víctor Sánchez y Kalu Uche) de un club a la deriva como es el Neuchatel suizo. Pero el club ‘perico’ no fue el único que pasó el 31 de enero entre negociaciones apresuradas. El Zaragoza se hizo con los servicios del exdefensa del Catania Pablo Álvarez; el Villarreal contrató al delantero Martinuccio, al tiempo que se confirmaba la continuidad de Nilmar ; y el Racing incorporaba a Babacar, el último en llegar en un mercado marcado por la austeridad.
PROBLEMAS EN SEGUNDA DIVISIÓN
Con unos presupuestos aún más ajustados, los clubes de la división de plata no han tenido más remedio que conformarse con lo puesto para afrontar la segunda vuelta del campeonato. Los que han recurrido al mercado han preferido incorporar a futbolistas que estaban sin contrato, como en el caso del recreativista Fernando Vega; o que llegan como cedidos. Sólo el Hércules tiró de chequera para hacerse con los servicios de Gilvan, un traspaso que ha dejado 120.000 € al Huesca.
*Publicado en el número 107 de la edición Nacional del semanario 'Gente'
Publicado el 4 de febrero de 2012 a las 11:45.