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Tiempo muerto

El lugar que merece el baloncesto femenino en España

Archivado en: Mundial República Checa

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Para muchos hablar del Ros Casares o del Perfumerías Avenida es hacerlo de grupos empresariales. En cambio, mencionar estos dos nombres para un buen aficionad@ al baloncesto es abrir un debate sobre la Liga Femenina y la posibilidad del final del reinado del conjunto valenciano. Este ejemplo es sólo una muestra del olvido sistemático en que dejamos los medios de comunicación al deporte femenino de élite en nuestro país.

Casi dos días después de que la selección española de baloncesto senior se hiciera con la medalla de bronce en el Mundial de República Checa, esta gesta ha desaparecido de la mente de todos. En un país como este parece que nos va la marcha. Estamos más dispuestos a buscar culpables en un sexto puesto de la selección masculina que a vestir de heroínas a las integrantes del combinado femenino que desde 2001 no se han bajado del podio en el Europeo.

Hace unas semanas pasó algo similar con el Mundial sub-17. España eliminó en cuartos de final a Brasil. La noticia apenas tuvo repercusión. El brillante papel de las jóvenes jugadoras españolas no ha recibido el eco que se merecía. Un ejemplo más.

Por eso, es labor de todos valorar más a estos deportes, sobre todo a las respectivas selecciones porque estoy seguro que si algunas de ellas fracasaran en unos JJOO todos aquellos que ni siquiera han hablado de los éxitos no tendrían tapujos en cargar tinta contra las jugadoras. A ver si a partir de ahora, entre todos conseguimos ubicar al baloncesto femenino en el lugar que se merece.

Francisco Quirós Soriano

Publicado el 5 de octubre de 2010 a las 18:15.

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El eterno suplente

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El míster te mira. ¿Vas a salir?, dice. Desde el banquillo, uno también juega su particular partido. Hablas, organizas, gritas, sufres, encestas, tiras a portería, sueltas un revés o cambias de marcha al llegar a la curva más peligrosa del circuito. No eres el protagonista ante las cámaras, pero te sientes vivo porque eres un loco del deporte. El deporte mueve masas y es un gran espejo para el ser humano que busca emociones fuertes y no entiende de límites.

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