Camps versus Méndez, vidas paralelas con resultado desigual
Hasta ahora estábamos acostumbrados a que el Partido Popular denunciara por activa y por pasiva que el PSOE utilizaba diferentes varas de medir o criterios para solucionar el mismo problema en diferentes comunidades autónomas. Por su parte, los socialistas apelaban a su ‘carácter federalista’ y a la libertad en cada federación. Pues bien, los populares han aprendido que es mejor el estilo socialista que el propio en lo que a supuestos casos de corrupción se refiere. Recalco lo de ‘supuestos’ porque los tribunales no han sentenciado aún. Dos políticos populares, ‘supuestamente’ implicados en casos de corrupción, han recibido trato distintos desde sus filas.
¿Qué tiene Francisco Camps que no tuviera hace cinco años José Manuel Méndez? Es curioso ver que, inmersos los dos en procedimientos judiciales, el primero ha contado con todos los beneplácitos del PP para volver a encabezar las listas electorales a la Generalitat Valenciana y al segundo le prohibieron volver a presentarse como alcalde en Arroyo de la Encomienda. ¿Será que en el Partido Popular hay políticos de primera y políticos de tercera? Pues se ve que sí. Pese a ello, a ambos les une que, aún estando pendientes de hacia dónde se inclinará la balanza de la justicia, han sacado mayoría absoluta en las pasadas elecciones.
Este ‘curioso’ dato debería hacer reflexionar a los teóricos de la ética política sobre qué busca la ciudadanía en sus políticos y hasta qué punto influye negativa o positivamente su implicación en ‘supuestos’ casos de corrupción. ¡Ojo al dato!, que diría José María García.
Publicado el 21 de julio de 2011 a las 17:45.