Las predicciones casi siempre fallan
Casualidades de la vida han hecho coincidir en esta semana tres eventos importantes en la ciudad y alrededores. Si bien es cierto que dos de ellas también lo son para el resto de España. La primera de ellas fue la inauguración de Ikea, la segunda ha sido el nombramiento del nuevo Gobierno de la Nación y el tercero, como no podía ser de otra manera, el sorteo de la Lotería de Navidad. A todos ellos les une la facilidad de hacer predicciones en un sentido u otro sobre ellos.
Algunos agoreros pronosticaron que el alcalde de Valladolid “jamás asistiría a la inauguración de Ikea en Arroyo”. Primer error por falta de previsión. Javier León de la Riva, como alcalde, sabe dónde y cuándo tiene que estar, eso sí, también es cierto que en muchas ocasiones nos sorprende a todos.
Respecto a la formación del Gobierno de Rajoy, aquí ha habido luces y sombras, quitando a alguno de los ministrables que estaban cantados, todos los que pronosticaron que Juan Vicente Herrera o González Pons ocuparían cartera también fallaron.
Y por último la Lotería de Navidad. Todos los décimos acabados en uno se habían agotado. Los ‘entendidos’ en el sorteo habían pronosticado que el Gordo acabaría en ese número. ¡Qué vista chico! En ocho, el que más y mejores rimas tiene de todos.
En fin, que el año se termina con muchísima salud para el 95% de los que invirtieron en lotería, todos ellos se equivocaron, al menos, en uno de los tres asuntos mencionados dignos de predicción.
Publicado el 22 de diciembre de 2011 a las 17:15.