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Aunque de forma menos alarmante que en el Reino Unido, el resto de Europa tendrá que hacer frente a la misma crisis cuyas dimensiones, de momento, solo se intuyen. 

Las asociaciones de transporte estiman que hacen falta unos 15.000 conductores en nuestro país. En Europa la cifra ascendería a 400.000. En el caso de Cantabria, en torno a entre 250 y 300 conductores tendrían ahora mismo cabida en el sector. 

José Andrés Cianca, presidente de ASEMTRASAN, aclara que, por el momento, es un problema preocupante, pero no alarmante. “Lo cual no significa que a medio plazo no nos veamos en la misma situación en la que se encuentra ahora mismo Reino Unido”. Por ello, subraya la necesidad de comenzar a establecer medidas para mejorar la situación, antes de que se descontrole. 

La falta de transportistas es un secreto a voces. Las asociaciones del sector llevan tiempo advirtiéndolo. Los gobiernos, central y autonómico, no se han pronunciado todavía. 

El detonante principal es la falta de atractivo de la profesión: condiciones duras, salarios bajos y falta de conciliación familiar. 

El presidente de ASEMTRASAN explica que las condiciones de antaño, cuando los conductores volvían a casa normalmente cada dos o tres días, han cambiado. Actualmente “en el mejor de los casos se marcha de casa un lunes y se viene un sábado o cada 15 días”. 

Otro de los motivos que explica la falta de trabajadores es la precariedad de los precios del transporte que, a su vez, conlleva precariedad en los salarios, convirtiéndose en un círculo vicioso. 

DIFÍCIL ACCESO A LA PROFESIÓN

A lo anterior se une que el acceso a la profesión es complejo debido a los requisitos que se imponen tanto a la hora de obtener los permisos como de hacerse autónomo. 

En primer lugar, es necesario contar con el permiso de conducir y el CAP (Certificado de Aptitud Profesional), exigiendo esto un desembolso inicial de en torno a 3.000 euros. 

“Actualmente no puedes pedirle a un joven de entre 22 y 30 años que haga un desembolso inicial de entre 3.000 y 4.000 euros, que es lo que vale el sacarse los permisos de conducir. Es un desembolso que no todos los bolsillos pueden permitirse”, señala el presidente de los empresarios del transporte de mercancías por carretera en Cantabria.

Además, para inscribirse como autónomo se exige el bachillerato, por lo que es necesario contar con ese nivel de estudios. 

José Andrés Cianca incide en que la rigidez de los requisitos y el enorme desembolso económico inicial han provocado que muchos conductores no puedan hacerse autónomos, aunque confía en que la flexibilización de estos requisitos tendría un impacto positivo en el sector. 

“Flexibilizando esas medidas o volviendo a un sistema un poco anterior se paliaría en un momento dado el tema de hacer un poco más atractiva la profesión”, asegura. 

En otras comunidades autónomas las asociaciones de transporte están planteando a los gobiernos autonómicos la subvención de un porcentaje de los permisos. En el caso de Cantabria, ASEMTRASAN también pondrá sobre la mesa esta propuesta. 

“Tenemos pendiente reunirnos con Gobierno regional y también plantearemos esta idea”, afirma Cianca. 

EFECTOS DE LA PANDEMIA EN EL SECTOR

Como en tantos otros sectores, la pandemia ha empeorado la situación. No todas las empresas y autónomos del transporte han sobrevivido. Muchos se vieron obligados a cesar su actividad. Otros se vieron en la necesidad de acogerse a los ERTE. 

Según el presidente de ASEMTRASAN, “evidentemente, la pandemia ralentizó la actividad muchísimo, muchas empresas y muchos autónomos tuvieron que acogerse a los famosos ERTE para poder paliar la situación”. 

Tras la pandemia, el transporte todavía no ha vivido una vuelta a la normalidad. Cianca señala que se está notando cierta recuperación, pero no a los niveles prepandemia. “Es cierto que estamos notando cierta recuperación que está generando que haya una actividad mayor, pero no a los niveles que estábamos antes, eso está claro”. 

“En los últimos meses, añade, se están viviendo algunas paradojas”. 

A la falta de atractivo de la profesión hay que sumarle la enorme subida del gasoil y el aumento del precio de los peajes. 

De media, un camión que realiza una ruta internacional por Europa gasta unos 2.000 euros en peajes al mes.  ¿Cómo encaran los transportistas este problema? No pueden hacerlo. Al inicio de cada año los precios de los peajes aumentan. Sin embargo, debido a la ley de la competencia no pueden repercutir la subida a sus clientes. 

Lo mismo ocurre con el gasoil, aumenta su precio, pero los conductores se ven obligados a seguir cobrando lo mismo, eso sí, pagando más gasoil y peajes. 

El sentimiento de indefensión es generalizado. “Ahora mismo el principal problema que tenemos es la subida exagerada y la escalada que ha tomado el precio del gasoil, que no sabemos dónde va a parar, y la difícil situación de no poder repercutir esa subida a nuestros cargadores porque siguen ejerciendo una posición de dominio”, asegura Cianca.

Todos estos problemas tienen como principal consecuencia el descenso del número de transportistas. El sector más afectado es el internacional. Es en el transporte de larga distancia donde las empresas están encontrando más dificultades para contratar conductores. 

“Donde más carencia de conductores o donde más dificultades encuentran las empresas o encontramos los que nos dedicamos a esta profesión es en encontrar conductores que salgan fuera de España”, explica el presidente de ASEMTRASAN.

Cuestionado sobre el futuro  del sector,se muestra categórico: “complicado”,  aunque añade que “el futuro del transporte prácticamente está garantizado por la infraestructura industrial que tiene este país”. 

Cianca lamenta que los esfuerzos de los gobiernos central y autonómico en tema de transporte vayan dirigidos a apoyar al ferrocarril en detrimento del transporte por carretera que “sigue siendo una pieza fundamental en el desarrollo de la economía de España”. 

FALTA DE RELEVO GENERACIONAL Y DÉFICIT DE CONDUCTORAS

De poco le servirá al transporte ser una pieza fundamental si no encuentra nuevos conductores. La falta de relevo generacional es un tema que preocupa en todas las asociaciones nacionales. En ASEMTRASAN la media de edad de los socios se encuentra en torno a los 50 años. Desde hace un tiempo vienen detectando la falta de nuevos transportistas. 

El presidente confiesa que “no es que no haya ingresos en la asociación, no hay ingresos en la profesión en general”. 

Esto le preocupa, no hay jóvenes que quieran dedicarse al transporte y cuentan con una media de edad del sector elevada. ¿Será posible un relevo generacional? Si no se mejora la situación pronostican un futuro poco prometedor. 

Con esta situación de falta de efectivos en el sector, Cianca se lamenta también de la falta de conductoras. Asegura que, tanto en Cantabria como  en la asociación que preside, hay mujeres que acompañan a sus maridos ejerciendo labores de transportistas. En cambio, el número de las que ejercen la profesión como autónomas o conductoras “es muy escaso”. 

Le gustaría que su número aumentase. “Es un déficit, el que tenemos de conductoras, que también nos gustaría resaltarlo porque no deja de ser un nicho que nos gustaría que se equiparase a la cantidad de hombres que ejercemos esa profesión”. 

‘HÉROES’ ABANDONADOS

Ante este panorama, desde las diferentes asociaciones de transportistas están intentando poner en conocimiento de todos los organismos afectados que este problema realmente existe, que se avecina y que aún se está a tiempo de atajarlo. 

El transporte español quiere evitar por todos los medios llegar a la situación del Reino Unido. A través del Comité Nacional del Transporte ASEMTRASAN lleva meses denunciando la escasez de conductores, tanto en Cantabria como en el resto del país. Su presidente incide en que “no es solamente un problema de Inglaterra o de nuestro país, sino de toda Europa”. 

Y se queja de que, por el momento, no están recibiendo ninguna ayuda. “Solamente aquellas empresas que demuestren que han tenido una pérdida del 75% de su facturación reciben ayudas del gobierno de Cantabria. En líneas generales el sector no está recibiendo ninguna ayuda. De los 140 mil millones de euros que llegan a nuestro país para el transporte no hay prácticamente nada para nuestro sector. Se nos ha excluido de este tema, también del plan renove. Hemos pasado de ser los ‘héroes’ de la pandemia a volver a estar en la diana”. 

A pesar de todo, confía en que de aquí a un corto plazo los organismos ante quienes denuncian esta situación, así como el Gobierno regional, les den alguna solución o se sienten a dialogar y entre todos encuentren una forma de resolver el problema. Problema que, por el momento, no para de crecer y para el que la cuenta atrás ha comenzado.