Condenado en Ceuta a cinco años de cárcel por abusar de su nieta mientras su esposa dormía la siesta
La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta ha condenado a cinco años de cárcel con un atenuante de dilaciones indebidas a un varón de la ciudad autónoma cuya identidad responde a las iniciales Alfonso J. C. como autor criminalmente responsable de un delito continuado de abusos sexuales sobre una niña, su nieta, menor de 16 años.
22/7/2022 - 17:29
CEUTA, 22 (EUROPA PRESS)
La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta ha condenado a cinco años de cárcel con un atenuante de dilaciones indebidas a un varón de la ciudad autónoma cuya identidad responde a las iniciales Alfonso J. C. como autor criminalmente responsable de un delito continuado de abusos sexuales sobre una niña, su nieta, menor de 16 años.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, considera probado que entre 2013 y 2016, cuando la pequeña tenía entre 8 y 11 años, su abuelastro aprovechaba los fines de semana cuando se encontraba con ella a solas en su casa para, mientras su esposa dormía la siesta, besarla en la boca y "hacerle tocamientos en sus partes íntimas". Además, "cogía la mano de la menor y se la introducía en el pantalón, a lo que ella reaccionaba diciendo que no quería hacer eso".
El padre del padrastro de la joven no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 100 metros de ella, su domicilio o los lugares que frecuente durante 15 años, tendrá que indemnizarla con 25.000 euros y no podrá beneficiarse de la suspensión condicional de su entrada en prisión.
El individuo ha sido absuelto, sin embargo, de la imputación que hacían la Fiscalía y la acusación particular del mismo delito en su modalidad de acceso carnal con introducción de miembros corporales.
Según el testimonio de la víctima, su abuelastro le pedía en el salón de su casa cuando se quedaban solos para ver la tele que se pusiera encima de él con el propósito de besarla en la boca (como el acusado ha reconocido) y cogerle la mano y metérsela en el pantalón pese a su rechazo. Una vez la tiró al suelo al regresar su pareja desde la habitación en la que descansaba, aunque esta "pasó de largo" y "le dijo que si se lo contaba a sus padres no la iban a creer".
Solamente cuando trascendió públicamente la existencia de un caso similar de abusos sexuales en un colegio público de Ceuta la niña se convenció de que lo que le hacía "no era normal" y se lo contó a su madre y a su padrastro.
La Audiencia ha tildado de "contundente, serio, coherente y seguro" el testimonio de la víctima, que no ha considerado tergiversado por la "conflictividad" generada en su familia por la denuncia formulada ni por las "desavenencias" existentes entre su madre, su padrastro y parte de su entorno. De hecho, la Sala valora que nunca hablase de que también se le introducían dedos en la vagina o el ano, algo que "sí puede ser producto de la imaginación de la madre" por su "animadversión" hacia sus suegros.