La banda sonora de la discordia
El ruido es "incesante, desde primera hora del día y, hasta última de la noche. Todos los días de la semana". Con este problema convive Lucía García, una colmenareña que tiene debajo de su casa a una vecina que, según ella, "tiene montada una academia de piano". Ya son ocho años los que la inquilina del piso de abajo de su vivienda "lleva efectuando esta actividad", dice.
gentedigital.es / @javisanchez3
07/11/2014 - 10:05
"Hasta 2010, fecha en la que me prejubilé, he podido soportar el ruido, ya que no estaba tanto en casa. Pero ahora que estoy jubilada ya no puedo más". Estas son las palabras que mejor definen la situación de Lucía. El sonido que desprenden los dos pianos que su vecina tiene en su vivienda son audibles desde cualquier habitación de la casa. La tranquilidad de la música que desprende este instrumento se ha vuelto una pesadilla. "Estoy en tratamiento médico y psicológico", cuenta. "Cuando oigo el piano me tengo que ir de mi casa, pero como es constante, no voy a estar siempre fuera", apunta.
Malos modos
Además de los problemas mentales que le han ocasionado a Lucía estar en tratamiento, ella cuenta que la relación con la vecina es complicada. GENTE ha sido testigo de ello. Al acudir a preguntar a esta señora, su recibimiento no fue agradable. Con la voz alta, y después de insistir varias veces con el timbre, ella negó la existencia de cualquier tipo de academia, aunque lo cierto es que dentro había una persona que presumiblemente estaba recibiendo una clase. Esta vecina no quiso hacer ninguna declaración y, de malos modos señaló que "todo lo que tenía que hablar" lo hacía con el Ayuntamiento, y no con un periodista.
"Esto es lo normal", comentó Lucía tras producirse esta situación. Además, dice que en una ocasión, "ella me llamó la atención por mover muebles en mi casa cuando estaba limpiando, me dijo que no podía tocar el piano y cantar con mi ruido".
Ya ha pedido la licencia
Lo que sí ha podido saber este semanario es que esta vecina, a pesar de negar que tiene una academia, ha pedido una licencia para ejercer esta actividad. Hace dos semanas, y tras los escritos presentados por Lucía y la plataforma ‘Stop Ruidos Colme' ante el Ayuntamiento, la Policía Local acudió a su vivienda para realizar mediciones de sonido, con el objetivo de estimar así el daño que le puede provocar o no a Lucía. Sin duda, un problema vecinal que afecta de forma diferente a unos y otros.
El alcalde de Colmenar Viejo, Miguel Ángel Santamaría, ha señalado que desde el primer momento que se supo este problema "hemos actuado". El edil apunta a que la vecina de Lucía "tiene derecho" para dar clases en su casa, lo que "no puede hacer es superar los decibelios permitidos por la ley, y por ello acudimos a su vivienda para medirlos". La licencia, que está en trámite, establecerá dos cosas, o bien que "insonorice la vivienda, o si supera los decibelios permitidos, cese su actividad", dice.
Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD
