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CRÍTICA

'Agallas', cuando el miedo se convierte en un hábito inevitable

'Agallas' acaba siendo un 'thriller made in spain' con solvencia técnica y buena nota en el plano narrativo. Deja frases para el recuerdo, así como una escena final jocosa. Eso sí, demasiado suave para la caña que te mete en el cuerpo durante toda la proyección. Ya saben, nada es lo que parece.

Archivado en: Agallas, crítica, película, Hugo Silva, Carmelo Gómez

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gentedigital.es/Marcos Blanco
10/9/2009 - 17:20

Dos profesionales de la comunicación, con amplia trayectoria en el campo cinematográfico, han optado por un temática noticiable en los tiempos modernos (la triste asociación entre la ciudadanía y el tráfico de drogas) para filmar una película con todos los ingredientes del cine negro, pero dándole un toque muy español con cierta picaresca que recuerda al estilo 'valleinclanesco'.

Pese a la ambientación gallega, una historia como ésta puede extrapolarse a cualquier rincón del mundo y sirve para poner sobre la mesa diferentes sentimientos universales: la valentía, el miedo, la ambición, el poder o la traición. Sobre todo, el miedo. Cómo afecta el hecho de llevarlo en la sangre.

La relación 'perro-amo' entre Regueira (Carmelo Gómez) y Sebas (Hugo Silva) se convierte en un atractivo enfrentamiento generacional. Por un lado, el elegante maestro. Del otro, ese aprendiz que compensa con intuición tanta ignorancia. La química entre ambos es evidente y Silva ofrece una interpretación convincente. Agrada comprobar que puede ser algo más que el famoso ‘Lucas' televisivo.

 

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