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Ricardo Gómez: "Ya no siento vértigo por estar en el teatro siendo una cara tan conocida"

El actor madrileño se sube a las tablas de la Sala Verde del Teatro del Canal con la obra ‘El hombre almohada'. Comparte escenario con actores de la talla de Belén Cuesta, todos ellos dirigidos por David Serrano.

Archivado en: teatro, entrevistas, cultura, Ricardo Gómez, Teatros del Canal

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Francisco Quirós
04/6/2021 - 00:06

Con solo 27 años se ha convertido en uno de los rostros más reconocibles del cine español. Le hemos visto crecer en la pequeña pantalla gracias a ‘Cuéntame cómo pasó', pero sería injusto resumir su ya extensa carrera a esa interpretación. Ricardo Gómez no vive del pasado, sino que se labra el presente y el futuro a través de trabajos como el que se puede ver hasta el 20 de junio en los Teatros del Canal. Con la obra ‘El hombre almohada' como excusa charlamos con el actor madrileño y con su director, David Serrano.

Cuando se estrenó la obra de 'El hombre almohada', a comienzos del siglo XXI, generó mucha polémica. No sé si habías tenido la ocasión de acercarte previamente al texto y qué reacciones te generó.
Ricardo Gómez: No lo había leído, pero sí conocía varios textos de McDonagh, soy un gran admirador suyo, no solo por su carrera en el cine, con 'Tres anuncios en las afueras' o 'Siete psicópatas'. Con 18 años leí 'El cojo de Inishmann, la pude ver tanto en Londres como en Madrid, es un autor muy inteligente y extremadamente interesante. Cuando David Serrano me manda esta función no la conocía, lo que ya me atrajo bastante, pero aparte, la posibilidad de hacerlo, me motivó muchísimo. Me fascinó, es muy valiente por parte de David querer montar este texto y mi personaje es exquisito. Estoy muy feliz, todo el proceso de ensayos y análisis del texto ha sido muy enriquecedor.

¿Cómo fue la elección del elenco, por qué Ricardo Gómez y Belén Cuesta?
David Serrano: Estaba buscando funciones para trabajar con los dos porque me apetecía muchísimo. Cuando me acordé de 'El hombre almohada' pensé que era perfecto para que Ricardo hiciera de Michal y Belén de Katurian, aunque este último está pensado para ser interpretado por un hombre, pero parecía que era más interesante y que la función ganaba en originalidad y profundidad si lo interpretaba una mujer, igual que sucede con Tupolski, que lo interpreta Manuela Paso. Sabía que lo iban a hacer muy bien. Creo que los actores que trabajan tanto en producciones audiovisuales, como Ricardo o Belén, cuando se acercan al teatro tiene que ser un lugar de experimentación, de riesgo, de búsqueda y que les ofrezcas la posibilidad de interpretar a personajes que son más complicados de encontrar en cine o en televisión, donde la gente suele ir más a tiro hecho y piensan en actores que hayan interpretaciones similares. En el teatro pueden enseñar al público trabajos distintos a lo que han visto de ellos hasta ahora; nunca antes había visto a Ricardo  y Belén hacer unos papeles similares. Creo que, como director, también tienes que buscar estos personajes para los actores, ofrecer cosas distintas.

 

"Los encuentros con el público eran pesados, pero ahora los cojo con ganas" 


La obra se estrenó el 21 de mayo, pero detrás ha habido un gran trabajo previo, ¿cómo ha sido ese proceso, especialmente con Belén, cuyo personaje está muy unido al tuyo?
Ricardo Gómez: Este proceso ha sido muy especial para mí respecto a otros que he vivido a lo largo de mi carrera. De pronto me encuentro con un texto que, en lo que a mi personaje respecta, tengo que trabajar con dos personas, que son Belén y David. Ha sido un proceso de cuentagotas, sin urgencias, hemos comenzado a trabajar con seis y siete meses de antelación, haciendo lecturas. Éramos tres personas que quedábamos para leer una función y, una vez que nos la sabíamos, fuimos viéndonos para empezar a hacerla y probar cosas. Como decía David, le estoy muy agradecido por haberme visto de una manera muy distinta a como me mira el resto de la industria o el espectador. Tengo un bagaje que está marcado por determinados personajes, todos tenemos una paleta de colores que mostramos, y a veces, si tienes mucha suerte, como ha sido mi caso, hay alguien que cree que puedes ofrecer otro color además de esa paleta. Y eso, como actor o como actriz, no puedes dejarlo escapar. Eso es lo que me ha sucedido. David pensó en un momento dado que yo podía hacerlo, así que con mucho susto, respeto, pero también ganas y arrojo, nos hemos lanzado a entender a este Michal, un personaje absolutamente traumado, disfuncional, discapacitado física e intelectualmente, con problemas psicológicos... Hemos disfrutado de estar perdido y de ir buscando cosas.

Antes hablábamos de que en su estreno, en 2003, esta obra generó mucha polémica. ¿Puede suscitar lo mismo entre los espectadores ahora, en pleno 2021?
David Serrano: Lo decía antes Ricardo: esta es una obra maestra, de verdad. Cuando un texto es tan bueno como el de 'El hombre almohada', que no solo es de lo mejor de Martin McDonagh sino que seguramente es una de las mejores obras de teatro en lo que llevamos de siglo, da igual que se haga en 2003 que en 2021. Dentro de 40 o 50 años se seguirá representando porque es una barbaridad de función: todos los temas que toca, con la originalidad que los trata, los juegos, las sorpresas, los personajes... Creo que no solo parece que los años no han pasado por la función, sino que parece que fue escrita ayer. Tiene algo que solo tienen las obras maestras.

En esta obra, el personaje de Katurian es detenido porque unos determinados crímenes que se están produciendo guardan muchos paralelismos con otros que aparecen en sus textos. A partir de esa reflexión, ¿creéis que la ficción está por encima de la realidad?
David Serrano: la función habla de cosas que pasan en nuestro mundo. McDonagh mira hacia lugares a veces incómodos, como la violencia hacia los niños, que es algo de lo que se habla poco, menos incluso en el arte. Él hace arte a partir de situaciones muy duras, pero absolutamente reconocibles.
Ricardo Gómez: Yo creo que la realidad supera a la ficción siempre, básicamente porque la ficción parte de la realidad, por tanto, solo expresa una parte de ella, la realidad es mucho mayor.

 

"Estoy agradecido al director por haberme visto de una forma un tanto diferente" 


Uno de los dilemas éticos que plantea la obra es qué haríamos en el caso de que un hermano nuestro fuera detenido acusado de unos delitos atroces. ¿Cómo reaccionarías en una situación similar?

David Serrano:
Como lo hace Katurian, quiere defender a su hermano, lo quiere cuidar, quiere creer en su inocencia. Nadie podríamos asumir o aceptar de entrada que un familiar nuestro y al que queremos tanto pueda tener esas personalidades sociópatas y psicópatas. Lo que pasa es que McDonagh es tan inteligente que presenta el conflicto ético y moral de Katurian: hasta qué punto es responsable ella misma del comportamiento de su hermano y qué tiene que hacer ella para, de alguna manera, castigar ese comportamiento.
Ricardo Gómez: El amor que se tienen estos dos hermanos, con sus circunstancias, es fraternal e incondicional.

Dentro de las funciones programadas, la del pasado día 30 incluía un encuentro con el público. Imagino que será aún más especial después de un año tan complicado.

Ricardo Gómez:
Por supuesto. El mero hecho de meterte en la web y ver que se están vendiendo entradas y que va a haber gente que se va a personar para ver lo que hemos hecho ya es emocionante. Lo que muchas veces, y lo digo sinceramente, es algo pesado, ahora lo tengo unas ganas especiales.   

El hecho de haber hecho ficción en cine y televisión y ser una cara muy conocida para el espectador, ¿representa un reto mayor estar delante del público en el teatro, cara a cara?
Ricardo Gómez: Si me lo hubieses preguntado hace unos años, te habría dicho que sí. Comencé a hacer teatro desde niño, pero la verdad es que desde hace cinco o seis años no he parado de representar obras. La verdad es que no vivo ese vértigo ahora mismo. Por ejemplo, recientemente fui a Avilés y lo que me pasó no fueron dudas sobre el hecho de volver a exponerme sino sobre el regreso al escenario, que es genial. El año pasado estuve girando con Juan Echanove con la obra 'Rojo'. Ahora volvemos a el Canal y me he sentido muy querido por toda la gente que trabaja aquí porque hemos estado programados con 'Mammón'... Siento que, poco a poco, voy generando mi círculo de confianza en el ámbito teatral en el que me siento muy agradecido y contento de volver.

 

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