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ESPECTACULO FAMILIAR EN LA NAVIDAD MADRILEÑA

Acrobacias circenses y risas infantiles en el Price para detener el tiempo

Fiel a su cita con la Navidad, el Teatro Circo Price programa durante estas fechas (hasta el 15 de enero) un espectáculo para toda la familia (habrá mayores que disfruten hasta más que sus pequeños) que lleva por título '¿Quieres circo? Price en Navidad'.

Archivado en: espectáculos, circo, Teatro Circo Price, Madrid, Marcos Blanco Hermida

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gentedigital.es/Marcos Blanco Hermida
16/12/2011 - 00:39

Durante las dos horas de duración, uno, independientemente de la edad que tenga, se convierte en niño para alejarse de la realidad cotidiana, producir adrenalina sin parar ante 'el más difícil todavía' y, como bien explican los creadores del montaje, ejercitar tres gestos fundamentales: reírse, taparse los ojos ante el riesgo constante, visible, y abrir la boca en ese clásico sonido que emitimos cuando sucede lo inesperado.

La privilegiada atmósfera que genera el recinto, debido a su aforo reducido y a la geometría apropiada para la ocasión, supone un 'hasta luego' al ruido callejero para viajar al universo de la fantasía, a ese mundo donde casi todo es posible. Con un Leandre Ribera sensacional en la labor de maestro de ceremonias, comportándose como un payaso excéntrico, el espectáculo funciona como una preciosa metáfora de la llegada de la Navidad con esas hojas del calendario que caen al suelo antes de encontrarnos con el animado reloj, capaz de detener el tiempo para abrir su puerta al sinfín de artistas que desfilan durante 120 minutos.

La función engancha desde el primer minuto con la barra rusa de la 'Compañía Habana', unos atletas procedentes del otro lado del Océano Atlántico que bailan mientras suena 'Mambo nº5' de Lou Bega. Los músicos de la Orquesta del Price ambientan a la perfección cada número y se convierten en un elemento imprescindible para sonorizar cada actuación. Aquí, no sólo importan las acrobacias y las situaciones humorísticas, sino también la banda sonora y la escenografía, sumamente idónea. El montaje juega con la presencia del público, que se divierte con inmensos globos y observa la improvisada elección de un niño para ponerle a prueba, pero sobre todo le hace vibrar utilizando a diferentes protagonistas.

Con una calidad que no merece ninguna duda, sus orígenes expresan la globalización del circo, ya que proceden de diversos rincones del planeta. El japonés Tempei Arakawa asombra con su habilidad manejando el diábolo, la española Graziella Galán nos hace ver el mundo al revés ("¿Cómo lo hace?", se preguntan en la fila de atrás) y el Dúo Guerrero, dos portugueses que asustan con sus movimientos en el cable alto, también forman parte del programa. La 'troupe' acrobática de Hebei, región china con una tradición milenaria en las acrobacias, hace equilibrios increíbles con tazas contorsión, e impone cada ejercicio de los rusos The Flying Nikolaeva con el trapecio volante, al igual que los sobrecogedores personajes de la Compañía La Tal a ritmo de carillón. Tampoco falta la cama elástica de los brasileños Olimecha Family para dar forma a un sueño que te alegra la tarde.

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