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Los rivales de la 'Roja': dos vecinos y un desconocido

Portugal, Irán y Marruecos serán los primeros equipos con los que deba medir sus fuerzas la selección española. Sólo hay un precedente en Mundiales con los lusos. El debut, ante la vigente campeona de Europa, puede marcar el torneo.

F. Q. Soriano
15/6/2018 - 07:56

Después de la fase de grupos del Mundial de Brasil 2014, el resultado del sorteo para el torneo de Rusia se pudo considerar positivo para los intereses de la selección española. Si cuatro años atrás la 'Roja' tuvo que ganarse el billete para octavos de final frente a Holanda, Chile y Australia, en esta ocasión los rivales no son de tanto tronío, lo cual no es óbice para que España se tome estos tres primeros partidos con la seriedad y compromiso que demanda un torneo de este calado.

Curiosamente, dos de los compañeros dentro de este Grupo B, Portugal y Marruecos, son vecinos geográficamente hablando, una familiaridad que se alimenta con la presencia de varios jugadores que militan en alguno de los clube

s de nuestro país en la actualidad o en su pasado reciente. La asiática Irán, que afronta su quinto Mundial, completa el grupo.

CARA Y CRUZ
Echando un vistazo a la historia de la Copa Mundial de la FIFA, España sólo ha jugado contra uno de estos equipos en el marco de esta competición. Fue en 2010, en los octavos de final, cuando Portugal, ya con Cristiano Ronaldo como estrella, se cruzó en el camino de la 'Roja'. Un solitario tanto de David Villa en el minuto 62 sirvió para que los hombres que entrenaba Del Bosque pasaran a cuartos.

PORTUGAL

Si se hacen quinielas de cara a este Mundial de Rusia, en pocos casos se metería a Portugal como una de las grandes favoritas al título. La escasa tradición de los lusos en estos torneos (su mejor participación fue en Alemania 2006, donde fueron cuartos) y los problemas en la fase de clasificación, donde sufrieron para evitar la repesca, son los argumentos que refuerzan esos pronósticos.

Sin embargo, Portugal ya ha demostrado que puede llegar a lo más alto desde un papel, a priori, secundario. Y no hay que remontarse demasiado en el tiempo para ello: nadie daba un euro por la selección de Fernando Santos en la Eurocopa de Francia.

MÁS PODERÍO
Han pasado dos veranos desde la gesta de Saint-Denis y los lusos, lejos de perder potencial, han ido sumando factores a tener en cuenta. En la línea defensiva apenas ha habido cambios, ya que Rui Patricio continúa siendo un aval en la portería, con Cedric, José Fonte, el exmadridista Pepe y Guerreiro por delante.

El centro del campo es la parcela con más modificaciones. Sin rastro de Renato Sanches, Joao Mario y Bernardo Silva dan un poco más de mordiente a un equipo con mucha pólvora en el área contraria: el milanista André Silva y, sobre todo, CR7.

IRÁN

Pasó con más pena que gloria por el banquillo del Real Madrid en la temporada 2003-2004, pero esa experiencia sumada a su trayectoria en el Manchester United le granjearon a Carlos Queiroz una reputación que le ha valido para ejercer como seleccionador, primero en su Portugal natal entre 2008 y 2010 y, a continuación, en Irán, donde lleva desde 2011.

En estos años, Queiroz ha podido imprimir su sello personal al combinado persa. Durante la fase de clasificación sólo encajó dos goles (ambos contra Siria en Teherán) y en tres de sus diez partidos el marcador no se movió (0-0 frente a China, Siria y Corea del Sur), lo que deja claro el guion habitual de sus encuentros: una férrea defensa y a esperar un contragolpe con el que noquear al rival.

LA UNIÓN HACE LA FUERZA
En todos esos números tienen más que ver la disciplina y la solidaridad colectiva que las prestaciones de una zaga que no es demasiado fiable, especialmente en los laterales.

En el centro del campo, especial atención al veterano Masoud (ex de Osasuna y Las Palmas, entre otros) y, sobre todo, a Jahanbakhsh, quien lleva varios años despuntando en el AZ holandés. En la delantera, Sardar Azmoun sabe atacar los espacios.

MARRUECOS

Para un país tan futbolero como Marruecos llevar 20 años sin saborear las mieles de un Mundial ha sido una auténtica travesía por el desierto. Por eso, el pase para la cita de Rusia se celebró por todo lo alto, gracias a un equipo con raíces nacionales pero de clara formación internacional. En un partido de la fase de clasificación contra Costa de Marfil, 'los leones del Atlas' sólo alinearon a un futbolista nacido en su territorio: el defensa Nabil Dirar. Por eso no es extraño que en la lista definitiva de 23, el seleccionador Hervé Renard haya incluido nombres como el madridista Achraf, o los centrocampistas Nordin Amrabat y Younès Belhanda.

JUEGO DE TOQUE
Esta mezcolanza hace que Marruecos cuente con jugadores, por un lado, de calidad contrastada y, por otro, con sobrada experiencia internacional. En la defensa ese perfil lo encarna a la perfección el jugador de la Juventus Mehdi Benatia, líder de una línea que tiene justo por detrás al portero del Numancia Munir. El centro del campo es la línea más fuerte, con el equilibrio de El Ahmadi y Amrabat y Ziyech en las bandas. El puesto de delantero centro despierta dudas.

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