ene 282011
 

Año nuevo, dieta nueva. Éste es, sin duda, un propósito que mucha gente se hace de cara al nuevo año, sobre todo después de los excesos alimentarios que suelen tener lugar en Navidad. Pero no todo vale para recuperar la línea. Los expertos advierten sobre las denominadas “dietas milagro”, que tienen como objetivo bajar muchos kilos en poco tiempo. Estos regímenes pueden ser más peligrosos que el sobrepeso en sí mismo.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), existen una serie de signos que permiten reconocer una “dieta milagro”: la promesa de una pérdida de peso rápida (más de 5 kilos al mes), sin esfuerzo, y el anuncio de que ésta es completamente segura y sin riesgos para la salud.
Este tipo de dietas se pueden clasificar en tres grandes subgrupos: las dietas hipocalóricas desequilibradas, las dietas disociativas y las dietas excluyentes.
“Todas ellas inducen a una restricción muy severa de la energía ingerida que conduce a alteraciones del metabolismo y provoca una monotonía alimentaria que las hace insostenibles en el tiempo y peligrosas para la salud”, señalan desde AESAN.

La rápida pérdida de peso que se consigue es debido a la pérdida de agua y masa muscular, pero no a la reducción de grasas. Y sobretodo, tienen el problema añadido de que el peso perdido se recupera rápidamente (el denominado “efecto yo-yo”).

“Para aquellos que quieran seguir una dieta estricta, es muy recomendable acudir a un especialista”, explica a iGente la doctora nutricionista Elena Soria. “Hay que conocer bien los hábitos higiénico dietéticos y saber utilizar los alimentos. Lo peor de las dietas salvajes, además del riesgo que conllevan, es que consisten básicamente en que nos deshidratamos, pero el peso después se recupera rápidamente”, advierte.

Esta experta reconoce que sus pacientes son más mujeres pero observa un cambio de tendencia en los honbres. “Cada vez son más conscientes de los riesgos que el sobrepeso conlleva para su salud y, además, cada vez se precupan más por imagen”, señala.

“Una buen nutrición es la base una buena salud”, subraya Soria, para quien también es importante recordar que “no todas las dietas son iguales, dado que no todas las personas son iguales”.

CONSEJOS NATURHOUSE

Por su parte, desde los centros especializados en nutrición Naturhouse lanzan una serie de recomendaciones dietéticas saludables:

• Beber entre 1’5 y 2 litros de agua al día. Se aconseja tomar un vaso de agua en ayunas con unas gotas de limón.
• Tomar una ensalada o un vaso de caldo (o consomé) de verduras como entrante de la comida y la cena, son poco calóricos y ayudan a aplacar el apetito antes de pasar a los platos principales.
• Hay verduras con una acción diurética más acentuada, tales como: espárrago, el apio o la cebolla, por ello, son una buena elección para incluirlas en purés depurativos de verduras.
• Incluir en la dieta semanal alimentos que favorecen una mejor digestión de las grasas, entre los que destacan la alcachofa, el rábano y la endibia.
• Realizar entre cinco y seis comidas al día,  para evitar la sensación de hambre entre las comidas principales. Saltarse una media mañana o una merienda conduce a comer más en la comida y la cena.
• Si se consumen refrescos, que sean siempre sin azúcar.
• Controlar la cantidad de sal de mesa.
• Evitar las frituras y las cocciones que requieran una elevada cantidad de aceite en su elaboración. Intentar no sobrepasar las dos cucharadas soperas al día.
• Que todos los lácteos sean preferiblemente desnatados.
• La comida no alivia el estrés. Un poco de actividad física es mucho más efectiva. En las horas en que tengas más hambre, aprovecha para hacer algo de ejercicio.

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