La Semana Santa se caracteriza por ser una época de tradiciones, que a veces incluso se reflejan en el ámbito culinario. En España tenemos un catálogo muy amplio de postres típicos de estas fechas. Sin duda el dulce estrella son las ‘torrijas’. Son trozos de pan que se fríen tras haber sido mojados en vino o leche y rebozados en huevo. Una vez sacadas de la sartén se untan en azúcar y canela y estarán listas para servirse y hacer las delicias de todos.
También son típicos los pestiños. Aunque en realidad son procedentes de la cultura árabe, se incorporaron a la cocina cristiana durante la reconquista. Aunque igual que ocurre con las torrijas, los pestiños tienen diferente recetas y esencialmente están hechos con harina frita aderezada con anís y especias de distinto tipo.
Propias de Cataluña y Valencia principalmente, son las Monas de Pascua. En valencia también es conocida como pan quemado o Toña. Se hace una masas con harina y huevos, que debe dejarse reposar antes de cocer. La tradición marca que los padrinos son los que deben regalar la mona de pascua a sus ahijados el Domingo de resurrección. Con el paso del tiempo sus adornos se han ido incrementando aunque lo que todas comparten on los huevos cocidos.
