Tiempos modernos

Chaplin, 1936. Crítica ingeniosa y sutil de la sociedad industrial, centrada en la crisis económica de 1929. Chaplin -director y protagonista- nos muestra la vida del obrero en plena sociedad capitalista industrial, sometido a los nuevos ritmos de trabajo que marca la cadena de montaje, bajo las consecuencias del industrialismo desaforado: división de clases sociales, paro, pobreza, deshumanización del trabajador en su trabajo, represión policial, etc. El mensaje final, sin embargo, no carece de optimsimo: hay que resistir y no perder la sonrisa ni la esperanza.

Leer más

¡Viven!

Frank Marshall, 1993. En octubre de 1972, el avión en que viajaban los componentes de un equipo uruguayo de rugby se estrelló en los Andes. Al cabo de unos días, los supervivientes comprendieron que la operación de rescate había sido abandonada, y los pasajeros dados por muertos. Si querían sobrevivir tendrían que arreglárselas por sus propios medios. Entre esos medios, una decisión que más tarde conmocionaría al mundo: alimentarse de los cadáveres de los fallecidos.

Estos sucesos reales inspiraron un libro de Piers Paul Read. Frank Marshall, productor de muchas películas de Spielberg, ha enriquecido la historia hablando con los supervivientes, y nos la cuenta con el mayor realismo posible, sin ceder al sentimentalismo ni recrearse en aspectos morbosos. Lo más importante de esta película está en la riqueza de su enfoque antropológico. En palabras del propio Marshall: “El instinto de supervivencia de unas personas, la solidaridad del ser humano, el trabajo en equipo, la hermandad del hombre en una situación límite, que puede ayudarle a sobreponerse a las circunstancias”.

Leer más

Vencedores y vencidos

Stanley Kramer, 1961. La traducción literal de su título es El juicio de Nuremberg, un largo y delicado proceso judicial contra políticos, médicos y juristas nazis, acusados de asesinar a seis millones de judíos inocentes. El espinoso problema que se plantea es, en el fondo, saber si se puede condenar a jueces y médicos que se limitaron a cumplir las leyes de su país, promulgadas por un Parlamento elegido democráticamente. Por tanto, también se trata de una reflexión sobre los límites del positivismo jurídico, y sobre la necesidad de un derecho natural universal e inviolable. “Un juez no es quien promulga leyes, sino quien las hace cumplir”, esgrimirá la defensa alemana. Y el mismo juez responderá: “Si los hombres no son responsables de sus actos, tendrá usted que explicármelo”. En su justificación de las sentencias, el juez aduce que “este juicio enseña que hombres normales, incluso excepcionales, pueden engañarse hasta la monstruosidad”.

La fuerza y precisión de los diálogos es extraordinaria, y pone de manifiesto la diferencia esencial entre lógica y verdad, y el enorme peligro de que esa distinción pueda quedar oculta o difuminada por la retórica. Resulta magistral la interpretación llevada a cabo por actores como Spencer Tracy, Marlene Dietrich, Montgomery Clift, Burt Lancaster o Richard Widmark.

Leer más

Un hombre para la eternidad

Fred Zinneman, 1966. Película histórica sobre la vida de Thomas Moro, humanista británico autor de Utopía, amigo de Erasmo y Gran Canciller de Inglaterra durante la monarquía de Enrique VIII. Ofrece una imagen nítida del absolutsimo monárquico de la Edad Moderna, y plantea el eterno conflicto entre la obediencia al poder injusto o a la conciencia moral. Basada en una obra teatral de Robert Bolt, fue dirigida por Fred Zinneman en 1966, y magníficamente interpretada por Paul Scofield (Moro), Robert Shaw (Enrique VIII) y Orson Wells (cardenal Wolsey).

Leer más

Tan lejos, tan cerca

En 1993, Wim Wenders sorprende a propios y extraños al rodar “Tan lejos, tan cerca”, una secuela de “El cielo sobre Berlín”. Una vez más, los ángeles pasean por la ciudad -tras la caída del Muro-, e intervienen en la vida de los hombres. Una película imposible, pues no se puede filmar a seres invisibles, y si se hace ha de resultar inverosímil. Sin embargo, Wenders consigue hacernos evidentes y creíbles a los ángeles, logra transmitirnos sus emociones, y nos permite asomarnos al fondo del alma de los seres humanos que ellos miran con indecible amor y respeto. No en vano, Wenders ha ganado la Palma de Oro en Cannes, el León de Oro en Venecia, el premio del jurado en Berlín, un BAFTA británico al mejor director, el premio al Mejor Director Europeo y muchos otros. Se le considera, de manera unánime, uno de los directores que han revolucionado el lenguaje cinematográfico. Desde 1991 es director de la Academia de Cine Europeo. “Tan lejos, tan cerca”, una obra maestra que bucea en el misterio de la vida y de la condición humana, está pensada para espectadores reflexivos y exigentes.

Leer más