De Butarque a la Antártida
Vaya a donde vaya, Bosnia, Kosovo, Pakistán o Líbano, "siempre llevo la camiseta del equipo, o alguna bufanda". Son las palabras de José María Facenda, fiel seguidor del CD Leganés y militar de la Brigada Brilat, que en estos momentos se encuentra de misión en el Polo Sur prestando seguridad a científicos de la Universidad de Vigo.
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Facenda (vistiendo la camiseta del 'Lega'), acompaña a dos científicos de Madrid a una de las pingüineras de la Isla para realizar sus proyectos
gentedigital.es/P. Costa
04/2/2011 - 12:07
Los sueños, sueños son, aquí y en el Polo Sur, donde en estos momentos se encuentra el leganense José María Facenda, militar de la Brigada Brilat que participa en una misión prestando apoyo a científicos de la Universidad de Vigo. Allá donde va, viaja la camiseta del CD Leganés y sus deseos de aficionado, el ascenso a Segunda División tras siete temporadas en Segunda B. "He estado en Bosnia en el 95, 97 y 99. En Kosovo en 2000 y 2002. En Irak en 2003. En Pakistán en 2005.En Líbano 2007 y 2009. Ahora formo parte de la Campaña Antártica del ET 2010-2011 en la Base Gabriel de Castilla en Isla Decepción-Antartida", explica Facenda. "Pero soy del Lega desde pequeño y siempre donde voy me llevo la camiseta del equipo, alguna bufanda, llavero, etc. Siempre que paso por Leganes procuro ir a ver el partido si coincide. Lo sigo siempre en la distancia y he convencido a muchos para que estén interesados en el Leganés. Y cuando juega con algun equipo gallego, si puedo, voy a verlo".
Dice esto porque, aunque sus raíces están en la calle El Charco (Leganés), vive en Marín (Pontevedra) desde 1988. Allí le destinaron y allí se casó, con una gallega. Estudió en el Colegio 'Calvo Sotelo' de San Nicasio, y todavía recuerda "los partidos de fin de semana en los Frailes".
Volviendo al presente, reconoce que "ser seleccionado para esta misión es una satisfacción enorme, ya que hay muchos peticionarios para el mismo puesto y solo uno que lo consigue, además de ser de una naturaleza muy distinta a las que he participado hasta ahora". Pero antes de partir, el pasado 30 de noviembre, tuvo que someterse a una dura preparación, "con una fase de navegación, montaña y nieve, conocimiento del medio y diversos cursos específicos por área", comenta José María. Su día a día en la Antártida comienza a las 7, "a esa hora toca diana, desayuno y luego realizo revisiones o reparaciones diversas propias del área o apoyo a otras actividades de la base. También trasladamos y acompañamos a los distintos proyectos científicos caminando a las zonas o mediante transporte en zodiac". Asegura que lo que más le llamó la atención en su actual destino es "lo rápido que cambia la climatología , a veces 3 ó 4 veces en un mismo día. Puede empezar relativamente normal, al rato mucho viento , después nieve y en unas horas calma". Lógicamente, a sus 42 años y con tres hijos, lo que peor lleva del oficio es pasar tanto tiempo fuera de casa. El 26 de marzo es la fecha prevista para su regreso. Butarque le espera.
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