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Gente en León

SEMANA SANTA DE LEÓN

XX Recorrido Lírico-Pasional 'Luis Pastrana' 2013

Para alguien que como yo es miembro de la Cofradía Hermana del Milagroso Pendón de San Isidoro es un alto honor a la vez que una sentida responsabilidad llevar a buen puerto esta singladura lírica y pasional, en su vigésima edición, a través de los procelosos mares de nuestra historia y nuestras tradiciones que no por olvidadas y preteridas dejan de formar parte de la esencia del ser leonés.

Archivado en: Ronda Lírica 'Luis Pastrana', María Jesús García Armesto, Semana Santa de León

gentedigital.es / María Jesús García Armesto
27/3/2013 - 05:50

Al plantearme el recorrido pensé que podría resultar interesante, ya desde la misma elección de los enclaves el tratar de unir lo místico y lo guerrero, las claves profundas de nuestra idiosincrasia:
Santa Marina y San Pelayo (virgen y mártir), San Isidoro y Santo Martino (la cultura clásica engarzada en el mundo visigodo y su reflejo en el Reino Leonés) y como nexo de unión, los Guzmanes y el Cid, paladines de la Cristiandad, pero también del Islam. Santos y guerreros, doctos y valientes, inspirados teólogos y orgullosos capitanes, esta es nuestra historia y en ella debemos vernos reflejados y mantener con honor las banderas de nuestros esforzados ancestros.
Somos el resultado de una simbiosis entre el mundo grecolatino y el cristianismo, pero también nos hemos definido y enriquecido interactuando durante siglos con el mundo musulmán ya que tan hispanos eran los reinos de Al-Andalus como los reinos cristianos del Norte.
¿Cómo podríamos definir León sin la fundación de Roma?, ¿cómo sin la aportación del cristianismo con el Centurión Marcelo a la cabeza?, ¿cómo sin la monarquía astur-leonesa, heredera del Reino Visigodo cuya máxima luminaria fue Isidoro de Sevilla?, ¿cómo sin las contiendas de la Reconquista, sin Almanzor, el destructor, sin el Conde Guillén, el defensor, sin reyes como Ramiro, Ordoño, Fernando y Sancha, sin Al Mutamid de Sevilla que permitió el traslado de los restos de San Isidoro de la antigua Hispalis a León y, por supuesto, sin la estrella radiante de nuestra comunidad judía, Moisés de León, con su Libro del Esplendor -Sefer ha Zohar- la clave de la Cábala hebraica?
Permítanme una evocación perlada por la nostalgia de tiempos pretéritos...

"León tuvo sus días gloriosos, el sol refulgió en una corona; la ciudad fue Corte y, al serlo, lo fue todo.
Categoría histórica, riqueza, poderío arte...gentes de armas que llevan gentileza, gentes eclesiásticas que llevan tradición y autoridad...Donde el Rey estaba todo florecía como en los cuentos de hadas."

Que estas palabras de Mariano Domínguez Berrueta sirvan de pórtico a una breve reflexión sobre nuestro antiguo Reino, tan romántica como evocadora.
¿Porque qué hay más hermoso que recordar el tiempo pasado con los atavíos de la poesía y la leyenda?
Hemos tenido bravos reyes, hermosas reinas, doctos y santos obispos, leales caballeros, pero también monarcas enfermizos y débiles, condes fementidos y traidores, infantas sibilinas...de todo ha habido en el Reino, pero al paso de los siglos, el peso de la historia va difuminando los colores, el polvo del tiempo va borrando los contornos de vidas y haciendas y no nos queda más remedio que completar los hechos históricos ciertos con la imaginación y la intuición.

María Jesús García Armesto
León, 27 de marzo de 2013

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