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Gente en León

Apuntes de una alcaldesa

Farándula

¡Vaya como está el patio en esta querida España! No sé qué pensarán ustedes, pero cada día que pasa se hace más difícil escuchar y/o leer las noticias. Al principio de la crisis todo era expectación, asombro, inquietud e incluso ansiedad por conocer detalles, y lo que es más importante, por intentar entenderlos. Ahora estamos empezando a estar tan hartos de ese tipo de noticias, que comenzamos a inmunizarnos frente a ellas y eso es muy, pero que muy peligroso. El efecto anestesia en la población, conlleva apatía, desgana, aislamiento y la condena de una manipulación asegurada.

Archivado en: Farándula, crisis, manipulación, paro, Ana Isabel Ferreras, Gradefes

Ana Isabel Ferreras / alcaldesa de Gradefes
19/4/2013 - 01:10

Hablaban de recesión económica primero, para acabar asegurando una crisis profunda después. Se ha dicho mucho y lo que es peor, aún queda mucho más por decir. Seis millones de personas están en la calle, en la más lamentable de las situaciones que puede desear cualquiera, porque trabajar no es sólo ganar dinero, es una necesidad, es sentirse útil y realizarse como persona. Me pregunto si los gobernantes se habrán parado seriamente a pensar lo mal que lo está pasando toda esta gente, porque por muy endiosados que estén o por muy aislados que vivan, es imposible que no conozcan algún caso cercano.
Y no es sólo el paro lo que está desangrando este país; los desahucios están haciendo estragos cuando hay personas capaces de quitarse la vida por no poder pagar su casa. Esto es un auténtico desastre ¿y el Gobierno está tan ciego que no lo ve o es tan cínico que no quiere verlo? Me parece de una crueldad brutal que no se hayan tomado medidas que paralicen totalmente estas aberraciones. Se supone que los gobernantes están al servicio de los ciudadanos porque para eso han sido elegidos. Pero está claro que siempre existen otros intereses (en este caso y en la mayoría son de carácter económico) que se pasan por el forro al personal y prevalecen sobre el interés general.
Qué tristeza de país, cuando se cuestiona la imputación de una Infanta, dando a entender así, que eso de que todos somos iguales ante la ley, nada de nada, que a unos se les mide con distinto rasero que a otros; cuando la Iglesia sigue teniendo unos privilegios desorbitados y encima se permite el lujo de dar directrices políticas a los gobiernos; cuando la corrupción y los escándalos han saltado de las pantallas de cine a la realidad más absoluta; cuando se pone de moda la transparencia y tenía que haberse practicado desde el principio. No sé qué nos deparará el futuro, no pinta nada fácil, pero más nos vale aprender de todo ello y sentar las bases para cambiar tanto conchaveo y privilegio en este país de farándula.

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