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Acusan a su padre de buscar lesionar su honor

Los hijos de David Alvarez niegan haber vacíado la caja de Eulen y aseguran que su padre conocía la operación

Los hijos 'díscolos' del presidente de Eulen, David Alvarez, cinco de los siete que tiene, han negado haber "vacíado la caja" de Eulen, tal y como ha asegurado su padre tras la reordenación accionarial en la compañía, y han asegurado que el patriarca conocía con antelación la operación de compraventa de acciones.

Archivado en: Eulen, accionariado, hijos, Daval, El Enebro

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gentedigital.es / Europa Press
20/11/2013 - 19:12

"La operación surge como consecuencia de nuestros reiterados e infructuosos intentos de reconciliación con nuestro padre y sus maniobras para impedir nuestra participación en Eulen, como lo demuestra la eliminación del derecho de adquisión preferente del resto de los accionistas y la constitución de Daval, una sociedad instrumental para controlar Eulen con el único objetivo de marginarnos para siempre de la gestión de esa sociedad", han subrayado los cinco hermanos en un comunicado.

Respecto a la nota emitida por su padre, que calificó la venta de acciones de El Enebro de "maniobra clandestinamente urdida", le han recordado que la operación le fue comunicada con todo detalle, legalmente y en tiempo.

Revelan que su progenitor "aceptó el precio y en el último instante rechazó la operación cuando estaba toda la documentación preparada" y subrayan que la venta y reagrupamiento de las acciones se ha llevado a cabo de "una forma legal, transparente y en igualdad de condiciones para todos los accionistas de El Enebro con acciones en Eulen".

Los hijos discrepantes reiteran que el precio de las acciones fue fijado por los administradores de Eulen a partir de la valoración encargada por ellos a Deloitte. Asimismo, los cinco hermanos concedieron un derecho de adquisición preferente a todos los accionistas de Eulen para que pudiesen adquirir sus acciones.

Los hermanos explican que Daval, a través de un escrito firmado por David Alvarez, manifestó su intención de comprar el paquete completo de uno de los accionistas al precio fijado por Eulen (530 euros por acción), pero éste le comunicó que no podía vender el 100% de sus acciones sino solo un paquete de las mismas y reiteró a Daval si seguía interesada en esa operación. Daval contestó que estaba interesada en la compra, pero tras fijar la firma de la venta ante notario, la sociedad instrumental finalmente rechazó la compra.

SU ÚNICO OBJETIVO ES LA DEFENSA DE SU LEGÍTIMO PATRIMONIO

Respecto a las acusaciones de David Alvarez en las que indicaba que sus hijos habían vaciado la caja, estos niegan rotundamente que sea así. "No hemos vaciado la caja de esta sociedad, ni hemos provocado ningún quebranto a la misma con esta operación. Simplemente hemos reagrupado nuestra legítimas acciones en Eulen en El Enebro vendiéndolas al precio estipulado por la propia Eulen", aclaran.

Los hermanos reiteran que El Enebro y sus empresas participadas "gozan de una excelente salud económica, obtienen beneficios y están gestionadas de una forma profesional y coherente".

Además, consideran que las acusaciones de David Alvarez "se caen por su propio peso". "Los cinco hermanos lamentamos que este conflicto haya traspasado el ámbito familiar, se haya trasladado a los medios de comunicación y haya llegado a los tribunales", aseguran.

Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo decidieron vender la mayoría de sus acciones en el grupo de prestación de servicios a El Enebro, la sociedad patrimonial de la familia Alvarez, por cerca de 80 millones de euros.

Tras esta operación, los cinco hermanos Alvarez abandonan Eulen, donde poseían un total del 27% del capital, y se concentran en la sociedad patrimonial de la familia, a su vez titular de Bodegas Vega Sicilia y Valles del Esla. No obstante, se quedan con una pequeña parte que les autoriza a participar en los consejos de Eulen.

De esta forma, los cinco hijos controlan el 70% de El Enebro, mientras que el 30% restante sigue en manos de su padre y sus dos otros hijos, María José y Jesús David, con los que mantienen un enfrentamiento familiar desde hace años.

Los cinco hermanos subrayan que su "único objetivo es defender su legítimo patrimonio e impulsar el negocio de El Enebro y sus empresas participadas, así como el de todos sus empleados".

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