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Gente en León

La conexión

Provincias de segunda

Un par de docenas de provincias, entre ellas León, Salamanca o Ciudad Real, por citar sólo algunos ejemplos, no importan mucho para el resultado final de las elecciones generales del 20 de diciembre. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, descuentan que mantendrán sus escaños y que los partidos emergentes tendrán pocas posibilidades de obtener algo positivo. Lo dicen las encuestas. Y los líderes nacionales y candidatos a la Presidencia del Gobierno se lo creen porque ninguno de ellos viajará a estas provincias para celebrar mitin alguno.

Archivado en: Francisco J. Martínez Carrión, 20D, PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos, provincias de segunda,

Martínez Carrión
11/12/2015 - 04:40

La misión de pedir el voto y mantener la fidelización del electorado se lo dejan a los cabezas respectivos de las listas provinciales. Si quieren ver a los candidatos a la Presidencia que enciendan la televisión o que se suban a los muchos autobuses de cada partido que llevan a los aplaudidores a mítines de provincias de primera categoría.
En el caso de León, donde se eligen cinco diputados nacionales, las encuestas dan por hecho que el PP y el PSOE se repartirán dos escaños cada uno y para el quinto en disputa entra en acción Ciudadanos. Hasta ahora, PP y PSOE se han ido repartiendo en las elecciones anteriores los escaños, bien 2 por 3 ó 3 por 2. Ahora, puede entrar en liza Ciudadanos, pero no lograría romper el bipartidismo y, como mucho, sólo restar un diputado a los populares. No es poco, pero no servirá para romper el esquema casi perpetuo del reparto de escaños en la provincia leonesa. Y es que el voto en León es muy caro. Para entrar en disputa con éxito un tercer partido debe alcanzar, al menos, el 15% de los votos, es decir en torno a unos 40.000 votos. Y si la participación sube mucho, pues el listón crecería hasta los cerca de 50.000 votos. Son muchos porque los dos grandes partidos, con su gran infraestructura y con presencia en todos los municipios, son favorecidos por la ley electoral proporcional.
En sus buenos momentos, los leonesistas de la UPL tuvieron una oportunidad histórica de llegar al Congreso, pero se quedaron a las puertas. Rozaron los 40.000 votos pero no llegaron. Y eso que los leonesistas tenían una fuerte implantación tanto en los pueblos como en las ciudades.
PP y PSOE van a perder votos en las ciudades, en los entornos urbanos, pero va a ser muy difícil que los pierdan en el ámbito rural. Y León es una provincia de pocas ciudades con auténtica mentalidad urbana y muchos pueblos. El voto rural, tradicionalmente, se decanta por PP o PSOE. Su excesivo apego a la tradición los convierte en feudos muy conservadores a favor de lo ya conocido y en detrimento de lo nuevo por conocer.
Es cierto que ahora juega a favor de los partidos emergentes las redes sociales y las televisiones, pero es muy posible que esas herramientas no sean suficientes para romper el clientelismo tradicional que PP y PSOE ejercen en gran parte de una población rural muy envejecida y cuya población activa depende mucho de subvenciones y de planes específicos de ayuda a la agricultura, ganadería o minería. Y generalmente nadie muerde la mano que le da de comer.
Queda aún más de una semana de campaña electoral para que los muchos indecisos que aún quedan decidan su voto. Un 40% de indecisos son muchos y de ellos va a depender, sin duda, el resultado final de estas elecciones. Por eso sorprende que ninguno de los líderes nacionales de los cuatro grandes partidos que optan a la victoria tenga previsto hacer un alto en León, aunque fuera de pasada. Muy sobrados deben de andar.

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