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Copias

Un reciente estudio revelaba que tener un perro te hace ser persona más atractiva. Bien, vamos descifrando el enigma de porqué todo dios tiene uno cuando antes nadie toleraba en casa una mascota con pelo. ¿Floreció de golpe el amor a los chuchos? No, es que ahora se llevan y es que somos prisioneros de modas y dictaduras demoscópicas.

Archivado en: Javier Cuesta, Toynbee, Sartre, Diógenes, Pablo Casado, Albert Rivera, Patxi López, Hernando, Maillo, César Luena, Luis Tudanca, Emidio Tucci,

Javier Cuesta
12/2/2016 - 01:10

Dudo si los sondeos muestran el comportamiento humano o éste deriva de aquellos. Escribió Toynbee que el más evidente signo de una civilización en decadencia es la propensión a la estandarización y la uniformidad. La nuestra apunta al declive total aunque usemos un lenguaje retorcido para, a lo repetitivo y homogéneo, llamarlo tendencia cuando deberíamos decir vacuidad. Imperan las imitaciones, los clichés. Figurantes, amanerados todos, calcados por la línea diseñada por cuatro gurús espabilados, suficientes para guiarnos intelectual y estéticamente. Si un ser excepcional se sale del conjunto lo aislaremos por raro; estigmatizado, no vaya a acabar siendo un genio. Decía Sartre que sólo se es interesante cuando se es sincero. Entiendo sincero como auténtico y mi percepción es que cada vez abunda más gente simple alrededor, tan superficial que no se cuestiona nada. Habría que salir a la calle con farol como Diógenes para encontrar alguien seductor de verdad. Poco queda hoy para la individualidad, la rebeldía, lo veraz. Quien no tiene móvil es un perro verde, sin tele un excéntrico, si no está en facebook un excluido, el que no tiene mascota -léase chucho- no es sexy. Iguales en los hábitos, en el consumo, en la fiesta o en el duelo, en el deporte y en la estética. Todo pueblín con más de diez vecinos organiza una carrera o un carnaval; si toca padel o hipsterismo o vaquero roto, entonces todos raqueta o luenga barba o tejano rajado por la rodilla... Igualados generalmente por abajo, en la mediocridad.
Copias, sí, hasta en la política. Me lo hacía ver Tomasín y juro que ya lo había pensado yo. ¿Alguien encuentra las seis diferencias, incluso físicas, entre Casado, Rivera, López, Hernando, Maillo, Luena o Tudanca? Políticos estándar, cortados por el mismo patrón y casi con la misma facha, el mismo traje y lenguaje. Antes la chaqueta de pana distinguía a algunos, ahora Emidio Tucci los uniforma también en eso. Replicantes. Parecen todos iguales y, más grave, seguramente lo son (así que alto y claro señorías: bienvenidas las rastas).

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