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Gente en León

Mentiras y engaños

Pozos sin fondo

Lejos de ser austeros y de racionalizar el gasto en estos años de crisis hemos seguido gastando como si no costara en nuestras administraciones públicas. Y al mismo tiempo, se repiten como mantras las mentiras y engaños de siempre para justificar las subidas de impuestos: que si tenemos que mantener el estado del bienestar, que si tenemos que garantizar los servicios públicos,... mentiras y más mentiras.

Archivado en: Nicolás Pérez Hidalgo, reformas estructurales, chiringuitos

Nicolás Pérez Hidalgo
22/4/2016 - 03:30

Lo único cierto es que mantener los chiringuitos de mamoneo en esas estructuras que se llaman instituciones (estado, comunidades autónomas, diputaciones, mancomunidades, ayuntamientos y juntas vecinales, estas últimas las menos culpables de todas porque no reciben dineros de los impuestos de todos) nos cuesta un ojo de la cara.
Las cacareadas e inexistentes reformas estructurales que tan necesarias son para ajustar los gastos han sido para todo lo contrario. Se han hecho para seguir potenciando las instituciones existentes, para apuntalar las empresas semipúblicas dedicadas a mamoneo variado y para crear y potenciar nuevos sistemas de latrocino: Los Grupos de Acción Local (los GAL) y más recientemente las Reservas de la Biosfera. Estos chiringuitos, como las diputaciones, manejan ingentes cantidades de euros de dinero público pero sus dirigentes no pasan por las urnas de la pseudodemocracia.
A través de ellas, y disfrazándolas de actividades para crear riqueza y empleo, se montan cursitos, actividades culturales, deportivas, proyectos de investigación... que se dan a dedo a amigos y familiares. Basta ver la foto de los nuevos dirigentes de las reservas de la biosfera de turno, y a sus acólitos gestores y asesores, para ver que lejos de solucionar la corrupción del país, la consolidamos de día en día. La red clientelar está tejida y bien tejida y les da lo mismo pelo que pluma (lo mismo derechas que izquierdas o que centros).
No hay institución que no esté gastando lo que no tiene en chorradas o que no se dedique a despilfarrar los dineros que les da Europa para justificar actividad turística, deportiva, medioambiental, científica o cultural sin sentido. Lo mismo ponemos una mano en un picoroto, que montamos una velada poético-literaria, que montamos una carrera campo a través, o abrimos el ‘centro de interpretación de la NADA'. Y todo con dinero público. A ver si algún periodista investiga los pozos sin fondo de los ‘Panamás' provinciales.

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