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Gente en León

Mentiras y engaños

Analfabetismo científico

Hace unos días leía con estupor, pero sin asombro, porque uno está acostumbrado a todo, cómo ‘la Red Estatal del Castaño' tildaba de negligentes las palabras del científico titular del CSIC José LuIs Nieves Aldrey, el cual se atrevió a cuestionar la suelta sin ton ni son de avispillas para controlar a la avispilla del castaño.

Archivado en: Nicolás Pérez Hidalgo, avispilla del castaño, CSIC, José Luis Nieves Aldrey, avispón asiático, científicos, Red Estatal del Castaño

Nicolás Pérez Hidalgo
09/6/2017 - 04:40

Otro ejemplo más de lo que pintan los científicos en nuestra sociedad y en nuestro tejido productivo, y de la importancia que les dan nuestros empresarios y políticos al conocimiento científico. ¿Cómo nos vamos a permitir que un informe científico cuestione nuestras siembras ‘a paladas' de veneno para matar topillos? ¿Cómo vamos a condicionar colocar cientos de molinos eólicos, sólo porque haya un par de urogallos?, ¡faltaría más! ¿Cómo vamos a permitir que entomolistillos cuestionen que soltemos masivamente avispillas para matar ‘moscas' a cañonazos como si no importara el mañana?
La avispilla del castaño y el avispón asiático llevan años amenazando a nuestra provincia. Pero mientras tanto, castañicultores y apicultores criticaban y esperaban a ver si las administraciones les solucionan el problema o les compensan los daños futuros (quien no llora...) en vez trabajar codo con codo, con los científicos para conocer cómo viven, controlar las condiciones que permitirían su colonización y expansión y de paso plantear posibles métodos de control. Pero nada de eso hicieron, ni hacen.
Sobran ya ejemplos en todo el mundo (y también en España) de desequilibrios biológicos generados por la poca o nula precaución de nuestros gestores y/o por la ausencia de estudios que permitan vislumbrar lo que va a pasar. Como ejemplos hay también, de acciones de las administraciones para dar gusto a sectores que presionan buscando soluciones rápidas, o lo que es peor ganancias o compensaciones antes de que se produzcan las pérdidas.
Pero no preocuparse, que rápidamente aparecerán otros ‘científicos' en la comisión de turno, que justificarán su suelta y aquí paz y después gloria. Porque el fin siempre justifica los medios, y todo vale por la pasta.
¿Qué podemos esperar de un país en el que a nuestros científicos se les ningunea o les toma por el pito del sereno? Pues eso... nada. ¡Larga vida a las plagas y apaleamiento al científico!

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