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Gente en León

un amigo de león

Descosidos para rotos

Lo bueno era imaginar lo que iba dentro de algunas prendas femeninas de vestir. De ahí aquel piropo que decía: ‘Señora, entre lo que se ve y lo que se adivina, menudo tormento para la imaginación'.

Archivado en: Maximino Cañón, rotos, descosidos, tangas, shorts, pantalones rotos, erotismo

Maximino Cañón
28/7/2017 - 02:20

Ya entonces la imaginación actuaba como motor real de aquello que, aunque sin ver, despertaba un cierto interés entre los adolescentes y los no tanto. Hay cosas curiosas en lo referente al despertar del erotismo. Yo fui testigo de conversaciones entre mayores contando cómo vivieron y cómo, según su criterio, burlaban las censuras socialmente impuestas en tiempos de saya y vestido largo. Con el fin de saciar la curiosidad y de enfriar los ánimos, se optó por llevar a cabo comportamientos que hoy darían risa, pero que hace casi un siglo, eran de lo más avanzados y atrevidos. La insolente decisión consistía en colocarse en los andenes de las estaciones del tren para poder deleitarse viendo los tobillos de las mujeres al tener que recoger estas ligeramente la ropa para subir los escalones que daban acceso al coche del tren. Transcurridos muchos años, pudimos percibir más altura en el ‘enseñe' con la famosa ‘minifalda' o el ‘short', moda introducida en los albores del turismo. Con mucha sorna se decía: lo verás pero no lo catarás. Así hasta nuestros días en que los impensables y conscientes ‘rotos en abundancia' campan a sus anchas mostrándose como algo normal, y pagados a buen precio. Ahora vemos como un pantalón vaquero entre más roto mejor, y la camisa o blusa enseñando la cintura, forman el atuendo juvenil propio del buen tiempo. Todo esto sin mencionar el famos ‘tanga' importado de tierras calientes y que aquí, como no tenemos playas, quedan para la intimidad o para disfrute visual del personal en general. Los chicos de hoy contraatacan poniéndose los pelos de punta, pero bien cortados y rapados a los lados, superando con mucho los cortes a cepillo que antaño se llevaban para que, casi sin peinar, duraran más.
Cada época tiene lo suyo y, como dice el refrán, "Siempre habrá un roto para un descosido". Y ojalá después del verano podamos decir que siempre hay un puesto de trabajo para cada desempleado, (es más Utopía que la de Tomás Moro).
Buen verano y felicidades a Jesús Calleja por la valiente contestación al nuevo director de los Mossos de Cataluña, Pérez Soler.

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