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un amigo de león

Violencia de género asesina

Algo pasa en nuestra sociedad cuando casi cada día nos despertamos con la noticia de que un desalmado ha acabado con la vida de quien fuera el amor de su vida y que hoy, en muchos casos en compañía de los inocentes hijos, ya no se encuentran entre nosotros. Todo ello, según las propias declaraciones de los asesinos, por hacer el mayor daño posible. En ningún caso existe la proporcionalidad en cuanto a la venganza que lleva aparejada la muerte de semejantes. A mí, la manera de entender tal comportamiento me supera.

Archivado en: Maximino Cañón, violencia de género

Maximino Cañón
01/12/2017 - 04:40

Como hombre y como ser humano me parece inconcebible que una persona, (abrumadoramente hombre de todo tipo de condición social), se convierta en algo tan deleznable como en el asesino de su pareja y, en otros casos de sus propios hijos, alegando que lo que pretendía era matar en vida a la madre de los mismos para hacerle pagar todo el odio que el citado verdugo llevaba acumulado, según sus propias declaraciones. Yo me pregunto, cuánta maldad debía de albergar quien lleva a cabo tal acción que, a continuación, rubrica poniendo fin a su vida.
Mucha gente le hecha la culpa a la sociedad trepidante en la que vivimos y a los cánones, mayoritariamente todavía machistas, en los que nos desenvolvemos. Todavía hay quien de mi generación justifica aquello de ‘o para mí o para nadie', aunque la convivencia esté siendo un verdadero martirio para los dos, y, en mayor manera, para la parte más débil físicamente. Aunque se han aumentado las medidas de protección a la mujer, es imposible que exista la protección total. Las denuncias por maltrato siguen siendo una asignatura no aprobada del todo. Hace poco se podían leer en la prensa escrita (El Comercio de Gijón) las manifestaciones de una ex edil de Gijón en las que decía que al ir a presentar la denuncia correspondiente, tras recibir una paliza por parte de su pareja sentimental, le contestaron que eso le pasaba por ser tan guapa. Sin comentarios.
Coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia de Género recibo el siguiente correo: "Quiero saber porqué sacrifican a un perro por morder a una niña y no a un hombre por violarla". No tengo respuesta. Y a ver qué se les dice ahora a esos huérfanos víctimas inocentes de la violencia asesina.
Por todas la mujeres amadas y por ninguna más asesinada: ¡¡Basta ya!!

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