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un amigo de león

De nombres extraños; por ejemplo 'Aduardo'

Estábamos hablando mi amigo Luciano y yo, como suele ser habitual, cuando al intentar recordar un nombre de una de las personas con la que nos habíamos encontrado en la calle me dijo: "Es que hay nombres que manda narices". Comentando los que algunas personas tenían, empezando por los de las mujeres en nuestros tiempos. La mayoría anteponían al nombre deseado el de ‘María' por aquello del estado confesional (María del Carmen, María Luisa, María Luz, María Isabel, y así hasta una larga nómina de ellos).

Archivado en: Maximino Cañón, nombres raros, Aduardo, Cone,

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Maximino Cañón
19/10/2018 - 04:40

En la conversación salió a colación la batalla que acabó dando la razón en los tribunales al niño llamado ‘Rayo', que tuvo que resolverse con la intervención del Defensor del Pueblo (entonces Fernando Álvarez de Miranda) llegando hasta el Congreso de los Diputados para lograr el asentimiento definitivo con el cambio de normativa aplicable para su inscripción en el Registro Civil allá por el año 1989. El nombre estaba compuesto por las iniciales de los padres: (Ramiro y Yolanda), ‘Ra', por parte del padre y ‘Yo', por parte de su madre, sin que ello tuviera ninguna otra connotación.
Entonces surgió una historia o chiste que Luciano había escuchado y que, relatado con el empaque y la seriedad que imprime a lo que cuenta, resultó de lo más ocurrente y que además venía como anillo al dedo. Trataba de un matrimonio que al encontrarse con un amigo de la familia, y después de los saludos de rigor, éste, les preguntó cómo se llamaba su hijo allí presente, a lo que el padre contestó que se llamaba ‘Cone'.Ante la cara de sorpresa que el amigo en cuestión expresó al escuchar el nombre, el padre del niño le aclaró el motivo por el cual el chico tenía este nombre tan raro. El relato tuvo lugar de la siguiente manera: A los pocos días de nacer la criatura los padres, como era menester en toda familia cristiana, y ellos lo eran, se dirigieron a hablar con el sacerdote para la preparación de bautizo, cuando el párroco les preguntó el nombre que le querían poner al niño, el padre, que por necesidades de la vida no había tenido mucha instrucción de escuela, le dijo que ‘Aduardo'; a lo que el cura, pensando que había sido un error involuntario, le corrigió diciéndole que ‘Aduardo' no podía ser sino que nombre tenía que ser con ‘E' , y por eso le pusieron ‘CONE'.

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