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Gente en León

De vez en cuando

Madrid y los toros de Valdellán

El martes próximo -el 11 de junio, dentro de cuatro días, exactamente- las tierras de León pueden adquirir una especial resonancia. Y, en este caso, no por su historia, paisajes, monumentos o gastronomía. En absoluto. El marchamo que señala la deseada ensoñación se espera en Madrid, en la plaza de Las Ventas, y los toros de Fernando Álvarez Sobrado, un leonés de adopción nacido en Palencia y con vocación universal, que bien podría entrar definitivamente en el nomenclátor más granado de los ganaderos de bravo nacionales.

Archivado en: Julio Cayón, Toros de Valdellán, Fernando Álvarez Sobrado,

Julio Cayón
07/6/2019 - 02:20

La tierra madre que acuna esta casta y bravura leonesa se asienta en el término de Santa María del Río, a tiro de piedra de la taurinísima y vocacional Sahagún, donde, en una verde y hermosa finca cuajada de humedales y llamada Valdellán -en el lugar donde se asentara en su día un cenobio benedictino-, pastan los astados del rojo y azul turquí -símbolo cromático de la divisa-, más la identificación principal y a fuego de una dominante uve, coronada en su púa derecha con una cruz.
Álvarez Sobrado lleva años volcado en esta vacada de personalísimo recorrido y proyección. La sangre ‘santacolomeña' que da vida al ganado y a su hierático encaste es la base y el futuro del hierro que más plácemes ha concitado en el Madrid taurino. Al toro de nombre ‘Navarro', un animal de muy complicada comparación, se le otorgó el premio al más destacado, al mejor de todos los lidiados en Las Ventas durante la temporada de 2018. Que, aunque suene a redundancia, no fueron pocos por ser plaza de temporada.
De manera, que cuando se rubricó el acta fundacional y ganadera de Valdellán, Fernando Álvarez bien podría haberse decantado por una rama más comercial y -huelga decirlo- del gusto de las llamadas figuras. Pero escogió la poderosa línea de Santa Coloma, que, como dijo un conocido periodista especializado, "no es para toreritos". ¡Y claro que los de Valdellán no son para ‘toreritos'!
Como también es cierto que los productos de Álvarez Sobrado -sus ya valorados astados por parte de la afición madrileña- tienen un excelente cartel en tierras galas. En las plazas francesas donde ha lidiado, y ya son muchas, ha salido de ellas con el crédito incólume. Incluso con mejor nota que el propio criador pudiera esperar.
Ahora le llega otra prueba de fuego. La más concluyente. La gran oportunidad como artesano de bravo, luego de aquella muestra que dejó en el ciclo madrileño el irrepetible ‘Navarro'. Es la reválida de los ‘valdellanes'. Es su gran cita. Y no hay marcha atrás.

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