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Gente en León

De vez en cuando

El esperanzador futuro de UPL

La edad de Cristo. Eso son los años, treinta y tres, que han transcurrido desde que, en 1986, se fundara la Unión del Pueblo Leonés -en su origen con el título de Unión Leonesista- como alternativa a las formaciones políticas de carácter nacional. Por aquella época ya se intuía el fuerte deterioro económico -que, de forma implícita, lleva aparejado, también, el social- de la variopinta y espectacular provincia leonesa. Se veía venir. La inacción continuada del Gobierno socialista de Felipe González, en este caso, no anunciaba esperanza alguna. Y la UPL cobró vida.

Archivado en: Julio Cayón, Ayuntamiento de León, UPL, Unión del Pueblo Leonés

Julio Cayón
28/6/2019 - 03:01

Como se esperaba, llegó la gran explosión. Toda la gente que se sumó a la idea -que fue mucha- entendía que, objetivamente, los intereses provinciales se pisoteaban por sistema. Los problemas de León parecían invisibles en la capital del reino. Y, en un inequívoco ejercicio de contrición popular, se asumió que el tradicional y estúpido conformismo de las calladas gentes leonesas fuera condenado a la hoguera. Aquello se convirtió en el ánima primaria de una reivindicación colectiva en cuanto a desechar, como antinatural, la inclusión de León en Castilla, un ‘apaño' autonómico tan postizo como rechazable.
En estas tres décadas cumplidas, la UPL ha pasado por demasiadas situaciones. Unas buenas, las menos, y otras no tan halagüeñas, las más. No ha crecido lo que se esperaba y los arrebatos incontrolados de ciertas personas con responsabilidades en la organización, tampoco han ayudado a un mayor robustecimiento del partido. Si no fuera por un puñado de gente que sigue al pie de la fragua y la alimenta y oxigena con ánimo y fidelidad, estaría en estado de extinción. En concurso de acreedores. En el limbo.
Las pasadas elecciones municipales en la capital le han proporcionado un nuevo horizonte. Un notable crédito que debe gestionar de forma adecuada. Porque no es cosa menor -no es moco de pavo, dicho de forma coloquial y dadas las circunstancias- pasar de un representante a tres en el Ayuntamiento de León.
Al margen de los números logrados en otros municipios -digamos Santa María del Páramo, donde la candidata unionista arrasó- el escaparate va a estar en la ciudad y en su Casa Consistorial. Desde aquí va a escribirse el futuro inmediato de la institución leonesista. Todo ello, complementado por su representante en las Cortes de Valladolid, que tiene mucho que decir en el hemiciclo autonómico. Si no les pilla el toro en estos cuatros años, la UPL está condenada a esponjarse. Hay motivos.

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