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Gente en León

con la venia señoría

Ad verecundiam

Es una falacia de autoridad aquella que juega con la hipótesis basada fundamentalmente en argumentar la veracidad de diferentes cuestiones por quien lo analiza y lo afirma. Es del todo un argumento engañoso que necesariamente presenta evidencias claras de cierta falsedad. La prueba fehaciente señala a la alusión de la figura de quien lo ordena y ejecuta. Su calidad moral resalta siempre con la validez de su orquestada composición.

Archivado en: Manu Salamanca, ad vere cundiam

Manu Salamanca
14/5/2021 - 01:10

Decir por ejemplo que "el cielo es azul" y al testimoniarlo alguien en concreto, debe ser reconocida como una razón de peso para creerlo a pies juntillas y por supuesto como una gran verdad. Para ello no se aporta ninguna prueba que valide tal constatación, por lo que no se emplea discusión alguna sobre una realidad de quien haya podido ejercer tal testimonio, descartando por ello posibles y posteriores discusiones, pero.. . (el cielo no siempre está azul) en ocasiones será cuestión cierta, pero ésto no significa que su relevante argumentación sea válida del todo. En el ámbito político y sanitario ocurre lo mismo y entre todo aquel que ejerce responsabilidad en una sociedad manipulada por sus impulsos mediáticos. Obviamente ello remite a la cuestión pluridimensional de la relación posible y aún muy válida entre tener razón y el poder que sintomáticamente se plantea en torno a esa supuesta opinión pública, se debate como arranque justamente en el reconocimiento empírico y sobre el hecho que en su propia filosofía se transforma entre diferentes capas sociales, interpretan sus teorías sobre lo que otros dijeron, quien más facultad tenga, mejor influencia tendrá. Hay personas que no están debidamente cualificadas para emitir un veredicto u opinión de experto en ciertos aspectos de importancia.Una variación de un falso recurso determina la gravedad del propio comportamiento, porque cuando no se explica bien el origen, la definición siempre será incorrecta, son posturas quizá suplantadas y vacías en su contexto original y determinado, deja secuelas en un tono de vacía impresión y en muy abstracta y verdadera filosofía de sermón pedagógico que provoca en la sociedad evidentes ensayos de equivocaciones y rumorología que se extienden como la pólvora, son razonamientos difíciles de digerir y avanzado en polémicas (como es el fin de estado de alarma). Se defienden ideas sin aportar razones de peso, siempre se apela a la indiscutible profesionalidad del experto bien sea científico o personaje relevante, etc. El proceso de constitución racional de cada uno advierte de su transcurso histórico y de su intelectualidad en la moderna teoría de auto interpretación, pero como una verdad latente o razón sin precedentes, ya no sólo como mero acaecimiento en parte lógico y premeditado. El sentido restringido de la cuestión de esa opinión pública en torno a decisiones comportamentales, tiene que ser analizado de forma general bajo sus criterios predominantes dentro de su extensa escenificación y origen, como es la existencia de un poder universal y absoluto que refleja la variedad tan diversa en sus diferentes teóricas y revelaciones premonitorias bien definidas. Cuidarse.

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