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con la venia señoría

Cogito ergo sum

Nos dejamos llevar por pensamientos en base a reaccionar de forma coherente y racional, seguro que son aquellos que dentro de sus capacidades, como la memoria, la imaginación, la experiencia, incluso las emociones, (siempre que no sean contrarias a su natural esencia), guardan la maravillosa receta con el fin de encontrar éxito en nuestras acertadas conclusiones y autodidactas afirmaciones.

Archivado en: Manu Salamanca, cogito ergo sum, pienso luego existo

Manu Salamanca
10/12/2021 - 01:10

Nuestra propia intuición se presenta como una recomendable aptitud dentro de su enorme cualificación, como es el hecho de llegar a una inmediata decisión, la cual aportaría un sentimiento difícil de describir, es la misma que ha quedado relegada sin más a la categoría de pura magia, ya que se experimenta como razón inexplicable y nos mueve a hacer algo sin saber por qué. Sentimos la intervención de cualquier proceso consciente y de cualquier vulgar razonamiento y que en ocasiones expresamos de forma sutil, como en otras pueda revelarse casi imperceptible.
El pensamiento quizá llega como un concepto más conocido en la típica evocación mental de ideas fijas o de imágenes, que asociamos como algo que comúnmente puede ser del todo familiar y característico.
Intuimos pensamientos que pudieran ser el principio de nuestra propia organización como seres humanos, lo asociamos como fielmente y como estandarte de planificación adherida a nuestro peculiar entorno social, llegaría a ser como un proceso semejante a un previo análisis con clara percepción y claras motivaciones sensoriales, no tiene porque poseer un mecanismo de vulgar procedimiento aclaratorio y definido, es un producto con salida inconsciente entre la verdad y la creencia, entre la suposición y lo más probable.
Como supuestas comprobaciones posteriores que trasmitimos inmersos en el área de una verdad, adquirimos el conocimiento exacto que mediante su singular perspicacia o sagacidad, cuenta con sus naturales connotaciones, son las mismas que pudieran establecerse en la comprensión de infinidad de necesidades, pero como consecuencia inmediata de su inevitable priorización y del conjunto de su actualizado desarrollo. Como teoría que avala la toma de decisiones estará siempre destinada a impulsar su no menos controvertido liderazgo, ya que todos y cada uno de nosotros formamos pensamiento, es la actividad que se recrea en la duda que se enciende, sobre todo en aquella palabra que se concibe y afirma, incluso en toda negación que se excluye. (Pienso, luego existo).

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