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Gente en León

De vez en cuando

Un aniversario y un museo vaciado

Las cofradías de la capital, los papones de muy diversa singladura y túnica, van a celebrar, en 2022, el septuagésimo quinto aniversario fundacional de la denominada en su día (1 de marzo de 1947) Junta Mayor Pro-Fomento de Procesiones de la Semana Santa de León. En la actualidad se mantiene el ánima de la titulatura que aglutinó a las matrices de los encapuchados leoneses, aunque con la exclusión del dúo léxico ‘Pro-Fomento'. Y es una lástima porque en tiempos tan convulsos para la religión como los actuales, es cuando más necesario se hace fomentar la Pasión evangélica tanto en la calle -que es el objetivo de las fraternidades laicas y penitenciales- como en los templos. Pero esa historia es de otro calado.

Archivado en: Julio Cayón, Museo Diocesano y de la Semana Santa de León, Obispado de León,

Julio Cayón
17/12/2021 - 01:10

Pues bien. Los rectores del órgano procesional -con muy buen enfoque, por cierto- se vienen comprometiendo desde tiempo atrás, en conmemorar la histórica efeméride con la dignidad y esplendor a que la situación les obliga. Y dejando a un lado aquellos flecos o decisiones, que por imperativos de cualquier índole o circunstancias no sean posibles llevar a buen puerto -que las habrá, críticas incluidas-, se escapa de entre los dedos, cual agua libertaria, el Museo Diocesano y de la Semana Santa, que amenaza con ser una quimera. O, al menos, como se reflejó en el proyecto que consolidaría el espacio museístico dispuesto en las dependencias del Seminario Conciliar de San Froilán.
Y qué mejor motivo para el redondo aniversario constituyente, que la exposición ininterrumpida fuera un hecho. Con las puertas abiertas de par en par. Pues no. No lo será. Es la asignatura irresuelta de las cofradías, por un lado, y del Obispado, por otro y principalmente, que, muy hábil, se pone de perfil y se amilana en eso de los dineros. Se desmarca. En definitiva -que es lo mollar-, lo asuman o no los papones, el museo, de consolidarse algún día, jamás será de ellos, si bien lo usufrutuarán en la medida que los responsables de la Diócesis legionense lo estimen conveniente. Lo de Museo Diocesano -que a nadie se le oculte- va por delante.
Y se vienen a la memoria, adaptando las palabras a la situación, lo que decía Alejandro Morán, el mejor relojero de la calle del Teatro, propietario de la joyería (y relojería) ‘La Española', papón insigne y cabal, al referirse a un abad de la cofradía de Jesús Nazareno, de la que él formaba parte. "Hay que joderse con fulano, cuando va pidiendo, parece que va dando". Pues igual ocurre, con puntos y comas, con eso del museo diocesano (y de la Semana Santa). Sin duda.

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