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Gente en León

mentiras y engaños

Películas

Si tomando un café no tengo un periódico a mano, suelo agarrar una de esas revistas pensadas para ser leídas por un público femenino. Al rato saco lápiz y papel, y termino leyéndola como si estuviera preparando una oposición, porque la cantidad de nuevas expresiones que veo (la mayoría en inglés) me obliga estudiarlas más tarde.La última que me eché a la cara era un filón. En la misma revista había cuatro: sadfishing, burnout, catfishing y ghosting.

Archivado en: Nicolás Pérez Hidalgo, sadfishing, burnout, catfishing y ghosting

Nicolás Pérez Hidalgo
11/11/2022 - 02:20

Seguramente hace tiempo que ya se conocen algunas de ellas, pero debo estar fuera de onda, porque para mí casi todas son nuevas. Seguramente son comportamientos que siempre han existido y que ahora la facilidad para comunicarnos en un mundo global, hace que sean más frecuentes y sobre todo más conocidas. Es por eso, que no hay programa de lo que sea, en el que la gente no lloré por algo. A eso le llaman "dar pena" o "sadfishing". Un día lloras porque la tortilla francesa te recuerda a tu madre ya fallecida y el otro porque han mandado "pa casa" a tu colega del alma. Si el trabajo es una mierda y estás hasta los huevos de ir al curre todos los días, ahora parece que queda bonito decir que eres víctima del burnout. Vamos, que estás más quemao que el campo de tiro del Teleno. Y los últimos son los que tocan más a las relaciones. Uno de ellos, el catfishing parece que es intentar ligar por internet con gente que realmente no es quién dice ser y la cosa se alarga hasta que un día se descubre el pastel. Y entonces, puede que no queden bien parados ni el estafado ni el estafador. Pero la que más me gusta, es la del hacerse el fantasma (ghoshing). Lo que viene siendo desaparecer sin más en una relación. En principio parece un palabro inventado para estos nuevos ligues de internet, en los que no tienes que dar la cara y no coincides nunca. De repente, uno de los dos desparece sin más. Sin decir nada. Siempre me han maravillado las mentiras y escusas que se inventan para escapar de una relación, sin dar la cara. Recientemente un "fantasma" argumentaba, que lo dejaba porque no le gustaban las mismas películas que a la persona con la que llevaba viéndolas más de 10 años. Parecen razones de mucho peso. Hay que joderse, ¡qué películas se monta el personal!

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