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Gente en León

entrevista a Arturo Fernández, secretario general de UGT en León

“Lo que está haciendo el PSOE no se atrevería a hacerlo el PP”

El 5 de noviembre de 2010 Arturo Fernández cumplió cinco años al frente de UGT en León luchando por los derechos laborales llevando por bandera el diálogo social. Las reivindicaciones de hace años se mantienen pero le ha tocado lidiar con otras nuevas, fruto de la crisis económica actual. Minería, reforma laboral, congelación de las pensiones... “recortes de derechos” por lo que ahora vuleven a salir a la calle bajo la consigna de ‘La movilización continúa’.

Archivado en: Arturo Fernánez, UGT, entrevista, León

gentedigital.es / Lucía Martínez
17/12/2010 - 08:06

Termina el 2010, ¿qué balance económico y laboral hace de este año?
Ha sido un año negro para nuestra provincia, para España y para Europa. En León han abundado los despidos –6.000 leoneses han engrosado las listas del paro–, los cierres empresariales y las dificultades de negociación. Las empresas han sufrido, y algunas de ellas se han visto obligadas a cerrar, aunque hay otras que se han aprovechado de la crisis para hacer limpieza.

Una de las claves del año ha sido la situación de la minería...
El sector minero sufre muchos vaivenes, incluso después de haber aprobado el Real Decreto de ayudas al sector vemos que se plantea el horizonte de 2018 como el cierre definitivo de las minas. No nos resignamos y creemos que el sector de la minería es estratégico en la energía nacional, y este país tiene una dependencia excesiva de energía de fuera, por lo que es necesario explotar las propias. Hay que potenciar lo que tenemos más a mano: el carbón, la energía eólica, la solar y la hidráulica. Eso nos hará más libres y más competitivos.

El campo también se resiente...
Hemos presenciado un amplio abandono de la actividad agraria: hay muchas jubilaciones y pocas incorporaciones. Dadas las circunstancias actuales de precios bajos, condiciones de producción difíciles, baja rentabilidad de las explotaciones y la dependencia de las ayudas de la PAC, el sector no se presenta atractivo a los jóvenes. Por ello es momento de que las administraciones públicas en general, y la Junta de Castilla y León en particular, hagan un esfuerzo importante. La actividad agraria en León tiene que sufrir una gran transformación y pasar de cultivos extensivos de cereales a intensivos hortícolas, y además diversificar, ofreciendo además de un producto fresco, otro transformado. De esta manera se obtendrían beneficios, fijaría población rural y potenciaría el empleo femenino.

¿Habrá que mirar hacia el polo tecnológico y biofarmacéutico para construir futuro?
León tiene buenas condiciones para ser referente de la industria tecnológica y en el sector de investigación científica que debe explotar. Además tenemos un aeropuerto que facilita los desplazamientos de los empresarios; el AVE nos conectará en poco tiempo con Madrid de forma casi inmediata; y tenemos una red de autovías y autopistas que hacen de León el centro real del noroeste español, lo que nos convierte en un centro de comunicaciones y por tanto un polo atractivo para la industria. Y en este sentido, la universidad, las empresas y los trabajadores deben estar unidos para el desarrollo de cualquier actividad económica y de futuro.

Y es importante también la voluntad política, ¿no?
Me preocupa que en León los políticos, lejos de apoyar e impulsar proyectos, los denostan, los desprecian y casi hacen sentir avergonzado a quien lo presenta. Con esos mimbres no se pueden hacer buenos cestos, y si tenemos unos políticos que miran por encima del interés general de la ciudadanía, sólo por los intereses del su partido o los suyos propios, estamos en manos de gente irresponsable. León tiene un potencial de desarrollo económico que debería ser la envidia del resto de España, pero somos incapaces de desarrollarnos. Un empresario que se precie tendría que apostar por el futuro y preguntar cuánto hay que poner en lugar de cuánto le dan, que es lo que hacemos aqui. Las administraciones públicas deben de pensar en el potencial de la provincia, pero no pueden estar mirando a ver si echan abajo un proyecto por ser de otro signo político para sacar una ventaja electoral. Su premisa es “o lo hago yo o no lo hace nadie”.

¿Hoy por hoy León necesita un cambio político?
Sí nos gustaría. Llevamos con el mismo gobierno autonómico desde 1997. Cuando se lleva tanto tiempo en el poder se entra en una dinámica de rutina no ilusionante en la que no se aportan nuevos proyectos, y esto crea un clientelismo peligroso para la sociedad. En Castilla y León tiene que haber políticas que atajen el problema de la despoblación y del envejecimiento. Si nuestros jóvenes tienen que buscarse el futuro fuera incluso del territorio autonómico y no regresan, perdemos los mejores efectivos para el futuro de nuestro territorio.

¿Y España?
La presión internacional exige a España unos menores derechos para los trabajadores, rebajar los salarios, que se llegue a la jubilación a base de trabajar más y cobrar menos... Pero tenemos un gobierno de izquierdas que no puede legislar en contra de sus principios, entre los que se encuentran los derechos de los trabajadores. Esta concesión a Europa la va a pagar el PSOE porque la sociedad no entiende como un partido de izquierdas hace una política de derechas. Probablemente lo que está haciendo el PSOE no se atrevería a hacerlo ni el PP. Los populares se están frotando las manos porque el PSOE le está dejando el campo abonado para que cuando la economía se recupere sea un logro del PP. A nosotros como sindicato nos toca pelear ahora con un gobierno de izquierdas para que no dañe los derechos laborales, y después pelear con uno de derechas para recuperarlos.

¿La imagen de los sindicatos ha decaído?
Somos conscientes de que la opinión social de los sindicatos mayoritarios no nos favorece, pero no hay sindicatos de clase trabajadora tan bien definidos como en España. A los sindicatos mayoritarios se nos ve con el poder porque estamos presentes en todos los ámbitos de la sociedad, y se nos identifica como parte de esa cúpula. Pero no es porque por ley nos corresponde estar en foros de decisión, en las mesas de diálogo social... Y con los empresarios exactamente igual. Somos el contrapoder, los que defendemos los derechos de los trabajadores frente a los gobiernos y los empresarios.
Tras la huelga general del 29 de septiembre, continua las movilizaciones contra la reforma laboral...
La huelga general del 29 de septiembre no fue caprichosa ni a destiempo, sino necesaria porque las decisiones que tomó el Gobierno a nuestro juicio perjudican gravemente a la clase trabajadora. Y no nos hemos parado ahí porque desde el Gobierno no se ha hecho ningún gesto para modificar esa reforma laboral, más bien se ahonda en el recorte de derechos. El miércoles 15 nos concentramos contra el recorte de salarios de los empleados públicos y de la oferta pública de empleo. Además exigimos a los empresarios que firmen convenios colectivos, ya que las pymes –el 90% del tejido empresarial de España– no tienen capacidad de negociación en los convenios. La consecuencia será la negociación directa entre empresario y trabajador, lo que llevará al país a la “ruina total”, y a aplicar el salario mínimo interprofesional.

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