Miguel Ángel Díez Cano encabeza la candidatura del PAL-UL a las Cortes de Castilla yLeón. Fue en 2007 el único alcalde (Cubillas de Rueda) que consiguió el PAL,pero abandonó el cargo tras presentar PP y PSOE una moción de censura en su contra. Es alcalde pedáneo de Sahechores y compatibiliza su labor como procurador en los Tribunales con la docencia en la Academia Cervantes. Leonesista convencido ahora pone toda la carne en el asador por León desde la Comunidad.
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gentedigital.es/ Lucía Martínez
18/3/2011 - 13:43
¿Cómo afronta los comicios de 2011?
Con responsabilidad y mucha ilusión por la confianza que por unanimidad del Comité Electoral y del Ejecutivo fui apoyado para defender nuestros intereses.
¿Qué intereses son esos?
Minería, agricultura, ganadería, la descentralización industrial, el empleo… La despoblación y el paro en la zona rural, son consecuencia entre otras cosas de que, en primer lugar, no se hace una política de transformación de industrias agroalimentarias y agropecuarias, sino regadíos caros y reconcentraciones parcelarias carísimas. De esta forma si los propios agricultores y ganaderos ven que su producción es ruinosa, aunque la Junta les garantice un futuro a largo plazo, la juventud abandona y los mayores de 50 años aguantan el tirón hasta la jubilación. Defendemos también la minería, pero en términos de propuestas y de apoyos convencidos, no con la boca pequeña.
Existe algo básico, que debemos exigir en la medida de nuestras posibilidades, que es no sólo el centralismo institucional -que es una batalla perdida-, sino el centralismo empresarial, que es lo que está matando a León. Desde Valladolid se ha creado la macro consejería de empleo, dirigida por Tomás Villanueva, que crea un ente público de derecho privado, antigua ADE (Agencia de Desarrollo Económico)y actual Agencia de Inversiones y Servicios (AIS), en la que se aglutinan todas las empresas públicas o participadas. ¿Qué significa? Que quien quiera invertir en Castilla y León tiene que pasar por esa agencia, que va a decir a la correspondiente empresa que las subvenciones serán mayores si se instala donde la Junta quiera, por ejemplo el Parque Tecnológico de Boecillo o el Corredor del Duero. Eso supone que el Parque Tecnológico de León está poco habitado, por mucho que diga Joaquín Otero que su ocupación supera el 50%. Está lleno de cardos borriqueros y matorrales… Es la pescadilla que se muerde la cola: dificultades para la instalación- poca empresa- despoblación- envejecimiento. Los pueblos de León están llenos de personas mayores resignadas. Si a esto añadimos que ni diplomados ni universitarios buscan empleo en la propia provincia y tienen que marchar, eso genera el hundimiento permanente de la provincia. Para defendernos de esta situación son imprescindibles inversiones.
¿Qué generará el empleo?
Debería venir fomentado desde la consejería de Economía y Empleo. Tiene que potenciarse una solidaridad con el resto de provincias, no digo solo en León, sino también en Zamora y Salamanca -y Zamora está bastante peor-. Además las propias instituciones provinciales deben ofrecer terrenos suficientes para ello. En León si en los últimos años se han instalado empresas tecnológicas éstas giran alrededor del Inteco. Eso ha sido una apuesta personal de Zapatero, no un triunfo del PSOE, al igual que las obras que ha traído para la zona oeste de la comunidad. También hay que decir que si Zapatero ha ejecutado sólo un 10% de las cien medidas del Plan Oeste, la Junta ha invertido 0 euros.
¿Por qué ha dicho que el centralismo institucional es una batalla perdida?
La ley de sedes aprobada por dos tercios en las Cortes de Castilla y León en diciembre de 1987, establece que las Cortes, la Junta y su presidente, como las tres instituciones básicas de la Comunidad Autónoma, estarán en Valladolid, dejando alguna institución propia para las demás, como tenemos aquí el Procurador del Común por ejemplo. Es un centralismo cerrado aprobado por los propios representantes autonómicos de León. Era en aquél momento cuando se debería haber hecho algo más para conseguir lo que en el estatuto de Autonomía se habla, que es la descentralización institucional, no solamente de servicios sino de competencias. El centralismo aberrante de las consejerías no descongestiona gran cantidad de funciones hacia las delegaciones territoriales de la Junta de cara a las provincias.
¿Cómo levantará la voz para León desde Castilla y León?
Lo único que podemos hacer es, estando en esta comunidad autónoma, luchar desde propuestas, iniciativas, mociones e incluso interpelaciones si son cuestiones de política general. Y algo importantísimo, que queremos ser hilo conductor traduciendo a Valladolid –Corte y Junta de Castilla y León- la problemática de León entre la problemática que tenemos traducida a Valladolid, y a su vez ser informando de las respuestas que allí se den a los leoneses. El ciudadano de León tiene que saber de primera mano qué nos está machacando, ninguneando, abandonando y arruinando. Y en los últimos cuatro años eso no se ha producido porque, las polémicas que han rodeado a nuestros antiguos compañeros de la UPL, han causado un abandono de la defensa del leonesismo en sede parlamentaria.
¿Es usted un punto intermedio entre la “dejadez” y la exaltación que se ha visto en las Cortes? ¿Qué imagen renovada ofrece?
La imagen que tenemos que transmitir no es de gresca, confrontación ni de permanente enfrentamiento a los partidos. Considero que aunque existan los grupos parlamentarios de PP y PSOE, se puede hacer conjuntamente iniciativas para reclamar lo nuestro. No deseo a mi lado a representantes parlamentarios clavados a sus escaños como Jesucristo a la Cruz. No se puede dejar la carga a los leonesistas, sino que los representantes votados desde León, aunque sean de siglas nacionales, tienen la obligación de defender su provincia.
¿Qué talante?
No como Joaquín Otero, mandatario de Herrera. Sí reivindicativo como José María de Francisco, aunque con otras formas, las mías. De Francisco es así, si no no sería él, defiende con pasión sus ideas, siendo un político que no se vende a ningún postor, no como otros, que van buscando algún puesto en Valladolid. Cada persona es un mundo. Yo con De Francisco he estado siempre, y es como es, un defensor ardiente y fervoroso del leonesismo, lo que a veces provocaba comportamientos no muy bien vistos, como pegar un zapatazo en la mesa cuando consideraba que nadie le hacía caso. Yo soy más tranquilo, pero reivindicativa, pero los objetivos son los mismos. Son distintas formas de ser pero los mismos fines.
Reivindica inversiones, pero el leonesismo parte de la petición de una autonomía...
Me molesta que quienes han estado viviendo 12 años del leonesismo manifiesten últimamente que éste es imposible. No ha habido una reforma de la Constitución, y el artículo 2, el 143, y el 81 –que se refieren a los territorios y la identidad propia- no han sido objeto de reforma, por lo que factible es. Cosa distinta es que no se tenga ahora mismo la capacidad suficiente para llegar a ese punto, pero aún me indigna ese tipo de declaraciones. Esta es una comunidad autónoma que, con nueve provincias no puede autogobernarse, es amplísima en extensión, escasísima en población y forzosamente habría que dividirla para no seguir en el mismo camino hacia la destrucción. Aún así yo, como leonesista siempre tendré la ilusión de la autonomía y lucharé porque sea más fácil conseguirla. ¿Cómo? El primer paso es que los votantes de León castiguen con su voto al PP y al PSOE a nivel autonómico. Al PP por lo que lleva haciendo 25 años, es decir, nada. Al PSOE porque son sumisos, y con ello nos están llevando al paro y a la ruina.
¿Por qué cree que el PSOE ha adquirido el discurso leonesista como propio?
Porque la UPL se lo ha permitido. Javier Chamorro debía hacer oposición en el Ayuntamiento, no dejarse comer el terreno por falsos políticos. Considero que la UPL ha ido excesivamente a rebufo de Francisco Fernández, y eso ha hecho que el PSOE vea más fáciles y busque los votos leonesistas, ya que piensan que van a perder a sus votantes. El PSOE intenta recuperar la parte perdida con el leonesismo engañando con propuestas que no van a poder cumplir nunca. Me esta estafa política del PSOE cuando dice que vamos a conquistar Valladolid. No es así, lo que queremos conquistar el parque tecnológico de Boecillo, único portín interesante, ya que el Paseo de Zorrilla no nos interesa. También es ridícula la promesa de formar un grupo socialista parlamentario leonesista. Eso es imposible, porque el reglamento de las Cortes tiene rango de Ley, su reforma tiene que hacerse por mayoría absoluta y el PSOE no está en condiciones de obtenerla, por lo tanto están engañando, y ese engaño se llama estafa política.
En su presentación dijo que esta candidatura le hace mucha ilusión por poder decir en voz alta lo que piensa, ¿qué es?
Lo que siempre he compartido con cientos de compañeros y amigos. Podré levantar la voz porque me lo permiten, porque me pueden preguntar, y porque me darán derecho a ello. Diré lo que todo el mundo creo que piensa, que hay que defender lo nuestro, que nos están comiendo terreno y de que necesitamos políticos no sumisos. No quiero a mi lado ningún político profesional que piense que va a vivir toda la vida de ello. Ese es el mayor atraco político.
¿Qué espera de estas elecciones?
Esta designación es como echarme al circo, pero eso no implica que no vaya a poner todos los medios: barrio por barrio en León, pueblo por pueblo en la provincia, y en las cabeceras de comarcas intentar conseguir el mayor número de votos afines al leonesismo. Hace cuatro años tuvimos cerca de 7.000 votos en la provincia, y es necesario triplicar para adquirir un procurador. Lo que está claro es que voy a poner todo mi esfuerzo y nunca me he planteado qué voy a conseguir. Si salgo elegido defenderé nuestros intereses, si no es así simplemente habrá sido es una apuesta, un mandato de un PAL que me consideró idóneo para el puesto, y si no seguiré viviendo de mi profesión como hasta ahora, que en los Juzgados sigo teniendo trabajo.
¿Qué le pediría a la política?
Muchas cosas, pero ya es hora de que los políticos consideren que la política es algo vitalicio, y que cuando finalicen su periodo temporal de dedicación vuelvan a sus actividades. Como ejemplo siempre pondré a mi compañero Ignacio Morán, que habiendo pasado por una etapa política ejerce dignamente su profesión de letrado. Y también pediría dignidad política a aquellos “rebotados”, que habiéndoseles echado o ido de su partido no devuelven las actas, actas que pertenecen a una formación política.
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