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Gente en León

Un amigo de León

Horacio de Andrés, 'in memorian'

Tenía 92 años y el pasado miércoles nos dejó. Quizás el nombre a muchos de los que hoy bajan de los cincuenta y tantos años no les sugiera más que otra persona que nos deja. Muchos de los que hoy pasamos de los sesenta y en algún momento sentíamos la llamada del espectáculo: tocar un instrumento, recitar, bailar etc., y que fuera transmitido a la provincia a través de las ondas por Radio León era como un sueño. Allí estaba Horacio de Andrés. No había TV y las radios se escuchaban en familia o en silencio mientras se cosía, se planchaba o simplemente se hacía eso.

Archivado en: Horacio de Andrés, Maximino Cañón, Radio León

Maximino Cañón
03/2/2012 - 12:55

Los programas cara al público, en directo desde la emisora, tenían de una gran aceptación entre los afortunados que habían podido adquirir un sitio para gozar de las actuaciones que los jóvenes artistas de aquellos años (década de los cincuenta) interpretaban frente a los micrófonos de Radio León y que, de la mano de HORACIO DE ANDRÉS, como conductor del programa, eran esperados por los oyentes y familiares de los actuantes. La figura de Horacio de Andrés imponía y daba seguridad a la vez. Cuando decía tu nombre anunciando la actuación se te ponían los pellos de punta. Los nervios atenazaban y muchos de los que actuaban en el programa, Antena Infantil", eran distinguidos y respetados como si de artistas hechos y derechos se tratara. El pequeño Molina (no supe que fue de él); los Hermanos Quiñones, que han sido los que más perdurado de aquella joven promoción y que aún hoy están en la palestra dando guerra con la canciones de aquellos años y de lo que se les ponga por delante, así como un largo elenco de participantes, conformaban la élite del momento. Pero en la mente de todos los que actuábamos (incluido mi hermano Luis Cañón) estaban la imagen y la autoridad de HORACIO DE ANDRÉS. Cuando pasados los años, y cada uno hemos desempeñado el camino profesional que la vida nos deparó, recordamos aquellas actuaciones (que quizás muchos no tuvieron la oportunidad de repetir) con HORACIO DE ANDRES animándonos a que dedicáramos la actuación a nuestros familiares y amigos, así como a la desaparecida Confitería Polo por su agradecido "Paquetón de Caramelos". Por ello, y por lo que supuso para una generación de radioyentes, hoy, desde esta columna, le envío este afectuoso recuerdo por habernos permitido gozar de la fantasía que suponía sentirte artista, aunque fuera solo por un día.

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