jueves, 25 de abril de 2024 08:24 www.gentedigital.es

Gente en León

Ciento volando

Un día en la vida

Hay a quienes les gusta más el envoltorio que el caramelo y por eso pasaron por el Camarote a saludar a Mariano, el leonés de adopción que confundió a su tierra, y a sus vecinos, afirmando que la cuna del parlamentarismo estaba allende los mares al Norte.

Jaime Torcida
26/1/2018 - 10:00

En San Isidoro las autoridades y la “pitada por la equiparación”, autonómica en el caso de los leonesistas, de salarios en el caso de los policías, y de otros “cienes” de ciudadanos convocados por la equiparación de cualquier otra cosa y para recibir al ilustre prócer con una sonora pitada que resultó más bien gélida. La temperatura manda en León en enero.
Además de enmendar tangencialmente un error circunstancial Rajoy, como buen gallego, no se supo si contaba proyectos o desgranaba un rosario de intenciones tan vagas como él mismo; al fin y a la postre estaba a la puerta de un convento y se podría refugiar en el interior del mismo como antaño hacían los que huían de la justicia de los hombres.
Estaba tan cerca de la Audiencia... su casa en León, de su barrio ahora Barrio Romántico y siempre Santa Marina y con unos amigos que ni le iban a aguar el vino ni a agriar la comida, que Mariano parecía feliz e indocumentado, como en el título de aquel cuento de García Márquez. Los leoneses tampoco le importunaron mucho y pudo hacer la digestión descabezando un sueñecito en el Ave antes de llegar a Moncloa. El caso es que seguimos sin saber nada bueno del final de la minería del carbón, sin fecha conocida para dar fin a la autovía a Valladolid, sin arrancar al presidente un corto compromiso con la ciudad visitada y con un frío de pelotas... que ya era hora.
Todo esto a pesar de que Mariano llevaba corte con músico incorporado e interesados todos ellos en arrimar al santo a su peana y conseguir aunque fuese para León la Capitalidad Universal del Espacio Dron, o una granja para la repoblación de la población de focas como la que ya existe en esa localidad llamada Harvard-cete. Nada, que Mariano sólo se estiró cuando… dejó entrever una corbata chillona.
Remendar errores y avanzar proyectos era lo que se esperaba y no fue.
Pero todos ellos y alguno más de la corte que trabaja hasta tarde, más los que se unen a la comitiva al final del paseíllo, se fueron a comer a un restaurante en los bajos de un hotel.
El papelón estaba hecho y el compromiso cerrado.
Ahora sólo quedaba regresar en Ave a Madrid, que por cierto hoy llegaría a la estación de Chamartín con británica puntualidad.
Dejaría para mañana contarle a María Dolores de Cospedal que los rusos ciberatacan también a España... pero menos... porque los controlan los chicos que Soraya Sáenz tiene jugando a ciberespías y contraataques varios en una parcela en medio de un desierto edificado que los nativos de aquel que un día fue su pueblo llaman La Lastra.
... Y así fue un día en el calendario del presidente del Gobierno de España. Mientras tanto Puigdemont se enfrentaba a los daneses en su casa y perdió por goleada.
Hacía tanto frío en León como en Copenhague a juzgar por el reportaje gráfico, las fotos de los restantes medios así lo atestiguan. Era martes, pero no era trece.

Elige tu ciudad

Gente Digital en Facebook

Grupo de información GENTE · el líder nacional en prensa semanal gratuita según PGD-OJD