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Gente en León

Mentiras y engaños

Investi-duras

Duras se ven las investiduras en estos días. A este paso volveremos a elecciones más pronto que tarde, hasta que al final salga lo que a unos pocos (los que mandan realmente) les interesa, para tener "estabilidad", dicen ellos. Traducido: hacer uno lo que le salga de los huevos sin que nadie te pueda controlar. Estabilidad ésta, que siempre va en beneficio de unos pocos y que impide que en este país demos un paso adelante y salgamos del ladrillo y el turisteo. Retornaremos al bipartidismo, porque la sombra de los cipreses (rojos y azules) es alargada y desgasta a unos y otros a fuerza de votaciones y de malintencionadas encuestas del CIS.

Archivado en: Nicolas Pérez Hidalgo, investiduras. tripartitos, Podemos, Gobierno

Nicolás Pérez Hidalgo
05/7/2019 - 01:10

Largas y duras han sido las negociaciones del reparto del poder en Bruselas, hasta que después del paripé de turno (hasta altas horas de la madrugada, dicen) han empezado a repartirse el pastelazo de euros del chiringuito europeo. Menos duras han sido las investiduras de algunos (ay)untamientos, (di)putaciones y (co)yuntas, en los que en cuanto se ha hablado de sueldos, dedicaciones exclusivas y parciales, y asesores se han avenido todos a entenderse cojonudamente. Para muestra un botón en Villaquilambre, o la subasta de la diputación al "mejor" postor o el cambiazo "regenerador" de la junta.
Lo que parece más complicado, ya metidos en los calores del verano, es lo de Podemos en el gobierno. Esos que no querían ser un partido político y se han empeñado en no serlo nunca. Esos en los que la gente depositó sus esperanzas para que este país cambiara y que van camino de ser menos que Rosa Díez con su UPyD. Eso sí, para entonces algunos ya se habrán puesto morados y habrán asegurado su pensión y el resto que se joda.
Confieso que es imposible ser analista político en estos días, porque en tableros con tantas piezas, lo que piensas por la noche por la mañana ya no sirve. Pero si parece, que lo que la gente de este país querría son gobiernos en los que, como en Valencia, no pase nada por formar tripartitos progresistas con total trasparencia y tranquilidad. ¿Qué pasaría si Podemos entra en el Gobierno?, pues que se enteraría de todos los chanchullos del PSOE y los podría contar. Y eso es bueno para la ciudadanía pero muy malo para las oligarquías. Por eso ¡al enemigo ni agua!

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