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Gente en León

con la venia señoría

Tolerancia al positivo

Ser ‘positivo' en Enfermería es sinónimo de supuestas infecciones que derivadas de múltiples virus irrumpen con su molesta presencia en nuestro organismo y, como no, en nuestro bienestar más generalizado, generando por ello concebir nuevos y escalofriantes datos que un conocimiento empírico traslada con minuciosa exactitud y, ante la crucial toma de decisiones de un personal sanitario, competente y, como no, que empieza a estar muy harto de nuestra deplorable conducta.

Archivado en: Manu Salamanca, tolerancia al poistivo, sanitarios,

Manu Salamanca
29/1/2021 - 04:40

Ellos (los sanitarios) siempre están al acecho de cualquier eventualidad que se presente, sea o no traumática. Ahora bien la propia energía tiene una importante presencia en nuestra vida cotidiana, como en todas las decisiones y comportamientos que como seres humanos tratamos de abarcar, bien sea en el trabajo diario, o bien en la forma de relacionarse con nuestras amistades o seres más queridos. El positivismo no deja de ser una filosofía que nos indica el conocimiento homogéneo de toda su pragmática evolución y, ante la predisposición consensuada de apreciar ante otra serie de cuestiones, como es el aspecto material de la realidad del momento, y como también se emplearía en este término, la excesiva devoción por disfrutar de todo tipo de beneficios en la comprobación de una determinada faceta personal y/o solidaria con el resto. Está claro que lo primero que tenemos que distinguir es que, el ser positivo, no es lo mismo que ser optimista, que no es más ni menos que aquel que espera que las cosas ocurran, pero tampoco se involucra en ellas, en cambio el positivo espera que el futuro sea mucho mejor, incluso va mucho más allá; como igualmente se refiere a retomar una actitud mucho mas reparadora, cómoda y práctica en un futuro y para ser mas felices, tratando de obtener por ello mejores beneficios. Es importante señalar y, mucho más en estos tiempos de calamidades que amenazan a todo hijo de vecino, la dispuesta necesidad que obligatoriamente deberíamos abarcar con nuestra mejor disposición altruista y siempre en beneficio de nuestro querido prójimo que tenemos al lado. No nos estamos dando cuenta, que el mismo dolor y daño que estamos causando con nuestra necedad y capricho ante los demás, rechaza a priori los conceptos o creencias que nos definen a todos como seres civilizados, deberíamos promover sin duda, un valido conocimiento que un carácter totalmente solidario debiera acompañar a nuestra formación personal, pero como parte significativa y en favor siempre de nuestra corresponsable comunidad, restableceríamos sin duda la armonía entre los miembros de una sociedad atormentada por la cantidad de normas que nuestros gobernantes tratan de infringirnos, como fundamento en base a esa típica ideología que caracteriza su inicial responsabilidad y, ante la subversión sistemática y diaria que la destrucción de esta extraña patología vírica que entraña riesgo con peligro de muerte, se convierta en nefasta, pero como también debería mostrarse ante la supuesta estabilidad que debemos hacer duradera con nuestro ejemplar comportamiento. Mucha precaución por favor. Cuidaros mucho.

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