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con la venia señoría

"Sombras" nada más

Es del todo probable que cada uno de nosotros al leer el presente artículo, podamos identificarnos con la sensación de sentirnos en ocasiones angustiados, incluso con algún episodio esporádico de pánico descontrolado, quizá como consecuencia de un temor anunciado. Seguro que existe una palabra que en definitiva resume todo este entramado y explosivo cóctel que augura una muy fuerte depresión, ya que siempre podría manifestarse con todo rigor y fortaleza.

Archivado en: Manu Salamanca, "sombras" nada más

Manu Salamanca
19/2/2021 - 01:10

Es temida al sentirse invencible y como reacción sintomática de nuestro cuerpo pero sobre todo de nuestra mente, ya que en muchas de las ocasiones nos juega muy malas pasadas. Además, en muchos casos su influencia se atribuye con suficiente y contenida persistencia mental, como igualmente pudiera verificarse en el sentimiento de incapacidad de vivir una vida plena, ya que suscitaría tanta controversia emocional y ya dentro de especulaciones que se producen en su ingrata atribución con tal devaluada cultura. Ante las preocupaciones sentimos nuestro estómago en plena función de centrifugado y esa terrible molestia que nos indica que pasará, aún desconociendo "el que" y del "por qué" de cada exploración inadaptada a nuestro singular entorno, como también pudiera manifestarse midiéndose con la lógica de un más que coherente e impulsivo razonamiento determinado por la frenética improvisación que ese cierto imperativo con no menos enérgico raciocinio, pudiera absorbernos y delatarnos en exceso. Quizá como un miedo a determinadas cosas nos sugiere un tipo de máscara con otra dura imagen o realidad y, que elegimos en periodos de procesos devastadores muy poco comunes y como consecuencia de nuestro propio desacato personal sufrido, que nos alerte y condicione.
Hay pensamientos que nos acosan de manera incesante, no pudiendo quitarnos de la cabeza su sentido básico estructural, es ese algo interior que te obliga a realizar supersticiosos rituales al objeto de controlar nuestras propias decepciones e irreconocibles miedos que nos oprimen y atenazan, se despiertan con su escandalosa liturgia en su constante letargo y será cuando impregnen nuestro día a día con hambre feroz e insaciable, si no lo escuchamos y dejamos de prestar atención los mantendremos a raya con ciertas confabulaciones que favorecen en todo caso, el buen estado de ánimo y la alegría en general, porque la depresión y su prima la ansiedad, no son "sinónimo de debilidad" ni siquiera como consecuencia de una lección personal atribuida y contaminada por la dejadez con cierta inapetencia adquirida en su máximo grado exponencial y surrealista, como alteración propia de una evidente realidad que asoma para anunciarnos su fabulosa destreza. Feliz fin de semana amigos; mucha precaución.

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