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Gente en León

De vez en cuando

En el PP de León ya pintan bastos

El nombramiento de Esther Muñoz como nueva delegada de la Junta de Castilla (y León) en la provincia, no deja resquicio a la duda. Mañueco, el ‘amo' del contestado cotarro autonómico, quiere desactivar todo lo que huela a leonesismo en su partido. El asunto se le empieza a subir a las barbas y pretende arrancarlo de raíz. Destriparlo. Su nuevo mozo de espadas -en este caso, moza- va a seguir al pie de la letra todos y cada uno de los argumentarios que le lleguen desde Valladolid, lo que conllevará a duros enfrentamientos con la dirección provincial y, más en concreto, con su novísimo presidente, Javier Santiago Vélez, quien apuesta por un "leonesismo útil".

Archivado en: Julio Cayón, Esther Muñoz, Ester Muñoz, Juan Martínez Majo, Alfonso Fernández Mañueco, Pablo Casado, Javier Santiago Vélez, PP de León

Julio Cayón
15/10/2021 - 03:30

Esa es la razón, y no otra, del cese encubierto de Juan Martínez Majo -a la fecha ex de todo ya-, si bien desde Pucela han vestido el santo nombrándolo asesor en la distancia -‘ejercerá' desde León- del propio Mañueco. Su perfil -si es que lo había tenido en los últimos años- se estaba difuminando estrepitosamente y, en honor a la verdad, no pintaba nada desde hacía mucho tiempo. Más o menos, una figura decorativa. Una porcelana china.
Que los dirigentes del partido en León -o el dirigente principal, en concreto- no asistieran el pasado viernes a la toma de posesión de Muñoz, es el síntoma indiscutible de que la ‘cosa' no funciona. Que entre Mañueco y Vélez hay una distancia política -y personal- estratosférica, un alejamiento brutal, que resultará muy difícil de converger en el mismo punto algún día. Acabarán chalaneando porque es obligado. Sin embargo, en la vida hay hechos que no se olvidan ni se perdonan. Y es el ejemplo. Producto de que este último, Vélez, no era el candidato del presidente de la Junta para relevar a Majo al frente de los populares leoneses, es que el ‘amo' de Castilla (y León) ‘pasó' de comunicarle el cambio del antiguo ‘embajador', en un feo y antinatural gesto de quien se cree por encima de la realidad. Y ahí yerra Mañueco.
Poner a una comisaria política -y no a una delegada territorial- para horadar la notoria y pública sensibilidad actual de los leoneses, no es la mejor decisión. Y visto el panorama que se avecina para las próximas elecciones municipales y autonómicas, un despropósito. Un error que podría pasar una factura demasiado cara. Muñoz va a ser la voz de su amo, y su amo -parodiando a Luis Tudanca, el secretario de los socialistas castellanos y leoneses- "está a otra cosa". Se hablaba de la unidad del partido después de la convención de Valencia. Un chiste malo, oiga.

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