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Gente en León

con la venia señoría

'Poder del Superhombre'

Cualquier expresión verbal que se utiliza en nuestra cotidianidad para describir sobre todo a cierta persona que no muestre interés en diferenciar actitudes, tal vez por ser indiferente a todo tipo de parámetros sociales establecidos considerados normales, se encuentra abocada a ese entrometimiento fatalista y desleal que desluce siempre.

Archivado en: Manu Salamanca, 'Poder del Superhombre'

Manu Salamanca
08/7/2022 - 03:30

Quizá en alguna época vivida no tuvo la trasparente trascendencia que tan importante aportaría como validez propia dentro de su valiente significado, ya que algunas cuestiones, son vinculadas a la moral y sobre todo a la ética. Una satisfactoria oportunidad se abre en el concepto que su enorme espacio interpretativo establece dentro de su integridad psicológica como verdadera aptitud crítica moralista y en la creencia que la sospecha de su natural confianza pudiera otorgarles.
Los avances de modernidad son aprovechados por generaciones venideras, buscan entender el mundo que nos toca vivir, descifran los más profundos pensamientos de su cobertura intelectual y cultural dentro de las más estricta previsión conductual en su único y propio desafío. Los gobernantes de cualquier ideología sensacionalista que determinan con sus propios actos los valores morales que supuestamente analizan el resto de las personas serviles y obedientes, incluyen a todas aquellas que consideran buenas, como todo lo que es factible a sus prioritarios intereses, aún sabiendo que se extralimitarían en conocimientos ambiguos y entre sus destacadas opiniones que sugieren más humanismo e igualdad.
La validez que les otorga la voluntad de hacer ley para si mismos, pasa por encima de sus propios juicios morales y según que inclinaciones,. Acaso, ¿nos estarían indicando la diversidad de su entramado afectivo y anímico? Su clasicismo destila sobre todo personalidades abruptas. Son en exceso autoritarias en la idealización de sus formas y de sus cruentas realidades innovadoras. Ir mas allá del bien o del mal es simple es no pintar en blanco y negro, mucho menos, buscar matices como vulgar fundamento liberador en su único desarrollo. La misma vida observa la voluntad de dominio influyente. No es cuestión de defender lo indefendible, como para desafiar dogmas prestablecidos en creencias irrefutables.
Cualquier problema absolutista y descarnado amedrenta a los demás con clara arrogancia y maléfica soberbia, ya que va más allá de su implacable acción y de su cínico pensamiento en unión de una total conexión con ese otro ‘Poder del Superhombre' que en su cabeza supervisa diferentes disparidades actualizadas en supuestas proporciones, pero siempre con múltiples desequilibrios.

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