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El riego inteligente ahorrará en Logroño 300.000 m3 de agua y unos 750.000 euros al año

El proyecto para el riego inteligente que se está implantando en Logroño ahorrará 300.000 m3 de agua y 750.000 kw en electricidad, lo que se traducen en un ahorro anual de unos 750.000 euros. La alcaldesa Cuca Gamarra ha informado este miércoles de la puesta en marcha durante esta primavera de la segunda fase de implantación del sistema de 'riego inteligente' o 'smart rain'.

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20/6/2018 - 14:00


LOGROÑO, 20 (EUROPA PRESS)

El proyecto para el riego inteligente que se está implantando en Logroño ahorrará 300.000 m3 de agua y 750.000 kw en electricidad, lo que se traducen en un ahorro anual de unos 750.000 euros. La alcaldesa Cuca Gamarra ha informado este miércoles de la puesta en marcha durante esta primavera de la segunda fase de implantación del sistema de 'riego inteligente' o 'smart rain'.

Se completa de este modo la primera fase del proyecto acometida en 2013 con lo que ya se cubre más del 85% de los espacios verdes de la ciudad, "prácticamente la totalidad de la ciudad consolidada de titularidad municipal".

Cuca Gamarra ha asegurado que la consecución de este proyecto "es una muestra de que la hoja de ruta asumida hace ya unos años por la ciudad de Logroño es la correcta".

"Nuestra convicción de los beneficios que la innovación y las nuevas tecnologías pueden reportar a los ciudadanos y a nuestro medio ambiente se plasma en este proyecto con datos concretos: ahorro de recursos naturales, como el agua y la energía, menor contaminación y, además, ahorro económico", ha dicho.

Así, como grandes cifras, la alcaldesa ha señalado que este proyecto permitirá ahorrar más de 300.000 metros cúbicos de agua y unos 750.000 kwh en electricidad, lo que además permite reducir las emisiones a la atmósfera en unas 300 toneladas de CO2. Esto se traduce en un ahorro anual de unos 75.000 euros, "por lo que en poco más de un año habremos amortizado la inversión realizada".

"Logroño es -según ha asegurado- pionera en España en implantar un sistema de riego inteligente, telegestionado, realizado de forma específica para la ciudad y que alcanza a todo tipo de espacios verdes, desde grandes parques hasta medianas o isletas".

El sistema de riego en las ciudades "ha cambiado en los últimos años gracias a las mejoras tecnológicas y a la concienciación de que el agua es un bien escaso que hay que preservar, así como la necesaria protección de nuestro medio ambiente".

RIEGO INTELIGENTE EN MÁS DEL 85% DE LOS ESPACIOS VERDES.

En la primera fase se centró en once grandes parques periurbanos, con una extensión de 38 hectáreas, y en esta segunda el riego inteligente se ha extendido a las zonas verdes del centro de la ciudad, parques y jardines urbanos (rotondas, medianas, isletas,...), lo que significa un control de 54 hectáreas aproximadamente.

De esta forma, el sistema de riego inteligente abarca la práctica totalidad de la ciudad (el resto no necesita riego intensivo: zonas forestales, parque de la Grajera, soto inundable,...).

Con la experiencia de la primera fase se ha mejorado el sistema al implantar "una solución abierta, escalable, integral, transversal, independiente y ampliable a toda la ciudad".

Con este sistema se dota a los servicios de Medio Ambiente de una plataforma informática que permite gestionar de forma inteligente y en base a datos concretos, los riegos de los diferentes espacios públicos, teniendo en cuenta las variables climáticas y ambientales de cada momento y partiendo de un sistema de comunicación único para todos los espacios.

El nuevo sistema de riegos en parques y jardines está regulado por medio de cuatro equipos concentradores de riego integral (con conexión a WiFi y a la red de radiofrecuencia), transmisores de radio de alta tecnología y receptores de campo con tecnología de última generación, que controlan las válvulas y los programadores de forma integral pero independiente, en función de las necesidades hídricas transmitidas por las variables climáticas y ambientales.

El sistema permite programar el riego en función de las necesidades hídricas de cada jardín; determinar si está lloviendo para desactivar el sistema de riego; realizar modificaciones sobre los programas de riego si se dan periodos largos de sequía; y localizar posibles fallos de electroválvulas o remotos, ya que están georreferenciados.
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